sábado, 4 de enero de 2014

FELIZ NOCHE DE REYES


Hace tanto tiempo que no voy por el pueblo...; así que por una vez y sin que sirva de precedente no encuentro nada que contar referente al vivir de cada día en Olivares. Sé que está lloviendo estos días y que los agricultores están por ello muy contentos, lo celebro.
            Cuando se está lejos del pueblo y se van cumpliendo años, uno recuerda con una fuerte dosis de nostalgia aquellos años jóvenes por estas fechas: el baile, las correrías después de cenar por las calles del pueblo a toque de acordeón, las partidas de cartas en los camastros de las cuadras (sí, sí, como lo cuento) con la bota de tinto no muy lejos y alguna sartén de chorizos cerca, las juergas de sana amistad en El Frenazo, en fin…, momentos felices que los que tenéis menos de cincuenta años ni conocéis, ni creeréis seguramente.
            Cada edad tiene sus páginas blancas, sus páginas grises y sus páginas negras. En mi casa y en mi familia estamos viviendo días felices tras la llegada de Andresito, mi nieto, morenito como podéis ver, pero simpático y listo como él solo. Nacido en Etiopía en junio de 2010. Con sus tres años, y sólo mes y medio de estancia en España, se defiende en español como un machote, dentro de lo cabe, naturalmente. Todo un crack.

            Como regalo de Reyes a mis amigos y paisanos, ahí os lo dejo con Paquita, su abuela, que, como yo, está viviendo una nueva segunda o tercera juventud.