sábado, 17 de diciembre de 2011

FUENTES DEL TÉRMINO (Julián Dominguez) - I I -



(CONTINUACIÓN)

FUENTE DEL PAPA

            Una vez refrescados en Folijes demos marcha hacia atrás, justo otra vez por Hoya Redonda y enseguida saltamos a Camagordo. Tierra de trigales y criaderos de perdices, y a tiro de piedra se ve la que fue fuente del Papa, más que fuente un vallejo de olivos y maleza. La fuente casi nunca existió, un pequeño manantial nacido junto al camino, al pie del cerro de Morrota de Castillejo, promontorio alto con restos arqueológicos. Vivar de conejos y guarida de raposas. Desde este cerro se ve todo el vallejo de Castillejo, término de La Almarcha, y frente a cruzar el valle nos topamos con fuente del Tío Morete, un pequeño huerto al que no merece la pena bajar, ya que se trata de una balsa y un pequeño huerto.


FUENTE DE CASTILLEJO

            Siguiendo ladera adelante, a vuelo de pájaro tenemos la fuente. Agua fresca y abundante. Con ella riegan unos huertos colindantes. Esta fuente originó pleitos y disputas. Primero fue propiedad del Tío Rabote, después, y al hacer un barranco en su finca, se llevó el agua el Tío Rogachón, lo que dio lugar a juicios y peleas. Hoy, al morir los antiguos dueños, todo o casi todo está abandonado.


FUENTE DE CAÑADA HONDA

            Si seguimos ladera adelante, a un kilómetro poco más o menos, llegamos a la fuente. Agua fresca y abundante. Hay una gran alberca donde puedes hasta bañarte. Un hermoso huerto conocido por el huerto de Chute. Antiguamente sólo había un encaño, agujero de topos y escondite de ranas, donde se bebía muy incómodamente. Se le conocía por la fuente del Tío Matután.


FUENTE BLANQUILLA

            Una vez descansado y refrescados, retrocedamos en dirección Norte. Brincando por Cabeza Gorda llegamos otra vez al vallejo de la Olacera, donde nos topamos con la fuente de la Blanquilla, del tamaño de una sartén, de muy lpocos centímetros de hondura, algunas veces llena de ovas y de renacuajos; pequeñas nadaderas brincan por lo alto, y hay también pequeñas larvas de lombriz que se mueven por el fondo. Si por las causas citadas no puedes beber, sigue vallejo arriba y enseguida encontrarás otra fuente.


FUENTE DE LA TÍA PALOMA

            Es de las mismas características que la anterior. Ésta está dentro de la acequia, también muchas veces llena de ovas y sapos. Es agua fresca y dulce como la anterior, pero que te puede ocurrir lo mismo.


FUENTE DEL HUERTO DE SAYAS

            Si brincamos el monte del Templao enseguida llegamos al huerto del Tío Sayas. Verás un valle lleno de maleza y zarzales, algún nogal medio seco y frutales, pero tantas y tantas zarzas y carrizo, que bien podrían anidar los lobos. Si te paras encima de una gran tosca, oirás un pequeño chorro, señal de que la fuente funciona su caño y podrás beber; pero baja con tiento y despacio, que si resbalas puedes quedarte allí para siempre. Refréscate y descansa, que el agua es buena. Sigue después la senda del Robledal adelante, y por la punta del Cerro Gordo llegarás al pueblo, donde bien se merece un descanso.


FUENTE DE LA GUINDALERA

            Si hacemos una tercera salida,  como hizo don Quijote,  por la yesería de Capiro, y carretera adelante cruzamos el puente de la Vega, enseguida llegamos a ella. Pero entonces, si te fijas a unos metros de la carretera, a mano derecha, verás un pequeño huerto y unas grandes higueras. Debajo de ellas hay una pequeña fuente llamada la fuente del Piojo. Muy pocos saben ese nombre. No bajes, que seguramente no podrán beber ni los pájaros. A unos metros tenemos la fuente llamada de la Guindalera. Su pilón está seco, pero es tan vieja como la fuente de las Palomas. Dio de beber en otros tiempos a las recuas de los gitanos, arrieros y caminantes. Su agua fue recia, pero fresca y siempre su pila estaba llena. Hoy está seca y triste, añorando sus buenos tiempos.
            Si cruzamos el huerto del Cartero llegamos al huerto de Chololo, todo cubierto de zarzas y de árboles secos, criadero de conejos y escondite de alimañas. Hay un pequeño manantial, pero es tanta la maleza que no puede beber ni un pájaro. No te desesperes, cruza la rambla y enseguida encontrarás una hermosa fuente.


FUENTE DEL CUERVO

            Ésta sí que es una hermosa fuente. Es fresca y abundante. Hay que beber a morro, mojándote la nariz. Bebe y descansa, porque tardarás en encontrar otra tan buena.
         

FUENTE DEL TÍO PARRA

            Si seguimos camino en dirección poniente, llegamos a la fuente del mismo nombre; seguramente no podremos beber en ella. Estará medio seca, llena de ovas y renacuajos. A todo el paraje se le conoce por el mismo nombre.


FUENTE EL BEATO

            Si seguimos la misma ruta, girando a la derecha llegamos a un pequeño prado, de finos juncos y maleza, y en el centro tenemos la fuente. No es más grande que una sartén, escondite de ranos y topos. Si se tiene suerte podrás beber, de rodillas y a morro.


FUENTE DE LA NUJA

            Ésta es una señora fuente. Está situada en los límites de los términos de Olivares y La Hinojosa, de agua fresca y abundante. Riega los huertos. Discurre por el vallejo del mismo nombre. Tierra de trigal y abundantes codornices. Vierte sus aguas al riato de La Almarcha.


FUENTE DE LA TEJA

            Tenemos que dar media vuelta y girar a la derecha dirección Norte. Después de un buen rato de camino llegamos a la fuente del mismo nombre. Un vallejo de abundante agua. Riegan hermosos huertos en todo el vallejo. La fuente en sí no es muy abundante, pero es cómoda de beber porque siempre tiene una teja como caño.

LA FUENTE MACHOLO

            Si te encuentras cansado y la jornada es algo larga, gira hacia el pueblo. Antes de llegar a la de Macholo encontrarás un huerto conocido como el huerto del Tío Cebollas. Hay una pequeña fuente sin nombre propio, una balsa llena de malezas. No bajes que no merece la pena detenerse. Seguramente no podrás beber en ella.
            Al llegar a la de Macholo no te pares ni busques agua; está medio seca, llena de zarzas y zumaques, plantas que abundan en estos parajes. Y si cansados y con sed llegamos al pueblo, será mejor beberse una cerveza
            Si hacemos otra salida, en dirección Norte, también encontraremos agua abundante y hermosas fuentes. (CONTINUARÁ)  

jueves, 15 de diciembre de 2011

FUENTES DEL TÉRMINO (Julián Domínguez) - I -


            Hoy, y durante algunos días (tres entradas en total) vamos a hablar de fuentes. Como ya anuncié en la entrada anterior, dedicada a los apodos, todo el texto corresponde al cuaderno -desaparecido durante mucho tiempo y felizmente recuperado después- que un buen día me regaló JULIÁN DOMINGUEZ, el Cartero; que incluyo en el blog con muchísimo gusto, y que estoy seguro sería de su mayor agrado si el autor viviese.
El texto es suyo. Su condición de cazador durante muchos años le permitió conocer, paso a paso, hasta el último rincón del término, y, naturalmente, todas las fuentes.

Una aportación cultural interesantísima; más si se tiene en cuenta que han desaparecido en su inmensa mayoría, y que a muchos de los que peinamos canas nos sirve de agradable recuerdo. Vaya, pues, como homenaje de gratitud a su autor ya fallecido en la persona de sus hijos, mis amigos Gustavo y Julián. 

No he añadido ni quitado una sola palabra; únicamente he tenido que retocar algún que otro error, tipo errata mecanográfica, y presentarlo como él me lo dejó. Todo es obra suya .      


FUENTE DE LAS PALOMAS
            Nace en el cerro del mismo nombre. Seguramente en la antigüedad sería una pequeña balsa debajo de una tosca, donde bebían las palomas. De ahí el nombre. Pero el hombre la bajó a la misma carretera e hizo de ella una hermosa fuente. Reina y señora de todas las fuentes del término ¿Quién no ha bebido alguna vez en la fuente de las palomas? Ha visto de todo: gayanes, arrieros y gentes de mal vivir, que acampaban en sus alrededores. Pero hoy, por destino del hombre y de la vida moderna, es la fuente olvidada, porque ya no baja nadie en busca de sus aguas. Todos bajamos a lavar el coche, y huelen sus orillas que apestan, porque sobran los trapos y detergentes, y piedras que los chicos tiran dentro y anidan en su pila los renacuajos ¡Qué pena de fuente!


FUENTE TONTA
            ¿Y tonta por que? Era una pequeña balsa, del tamaño de una sartén de agua fresca y muy fina. Bebí muchas veces al regresa de caza. Está situada al Norte del pueblo, en el paraje del mismo nombre, encina de los Lamparazos, hoy conocido por el Lamparón. Las aguas de su cascada bajan de sus entrañas, que se filtran al desaparecer la misma por efectos de la sequía. La fuente como tal ha desaparecido. Poca gente la conoce.

FUENTE DEL GATO
            Estaba más al Este, en el cerro del mismo nombre, a cien metros de la carretera. Una pequeña poceta de menos de un metro de honda. De ella bebieron el Tío Chato y su familia. Se podría decir que fue el agua de la fertilidad, porque dejaron mucha descendencia. Se servían  de ella porque vivieron en la casilla de peones camineros, llamada el Vivero. Hoy no se conoce ni el sitio.

FUENTE DE LOS PERROS
            Caminado Carretera adelante, dirección Este, llegamos a un paraje conocido por las Lagarteras, a unos cien metros del río Júcar. Pequeña como una gorra. Los perros eran los primeros que bebían, porque llegaban los primeros. Tal vez por eso recibió el nombre. Hoy no hay ni rastro de ella. Algunos residuos manan por la cuneta.

FUENTE DE LOS PRESOS
            Si cruzamos el puente, carretera adelante, nos encontramos con la Caserna. Ruinas de viviendas, mitad penal, mitad casillas de peones camineros. Tenía forma de cuartel, garitas y ventanas por los extremos. Eran según cuentan, casa y prisión de los que hicieron el primer puente. Según la leyenda lo hicieron los presos; tal vez haga un par de siglos. Ya que se hundió en el año 1970. Si seguimos cien metros más adelante, estaba la fuente, hoy desaparecida. Su nombre era que en ella bebían los presos.


FUENTE DEL FRAILE
         Si seguimos río arriba camino de Villaverde, dirección norte a unos cien metros del río y del camino, hallamos varias juncadas y prados, algún pequeño huerto en la ladera, tierra arenosa y guijarreña, señal que sus aguas son finas y dulces. De ella se servían los hortelanos de la Dehesa, donde había varias casillas. Hoy solamente quedan pequeños y finos chorros que vierten por la ladera. La fuente está desaparecida.     


FUENTE DE LA CARRASPÁ
         Tenemos que retroceder por los mismos pasos y llegar nuevamente a la fuente de las Palomas. Cogemos el camino a la izquierda dirección Norte. Nos encontramos primeramente el puente de las Atalayas, y seguidamente el puente del Diablo. Mojón de Gil y a unos cien metros a la izquierda tenemos la que se llamó la fuente de la Carraspá. Ni fuente ni nada. Un prado donde nacía agua sucia y salitrosa. Hoy en la actualidad no hay nada, ni prado ni fuente.


FUENTE DE CALDERÓN
            A vuelo de pájaro desde la Carraspá, nos encontramos con Cabeza la Mota, fuerte de Celtas y Celtíberos, cerro alto con restos de otras culturas prehistóricas, con arcilla abundante y huellas de habitantes. No hay ninguna fuente en el cerro, pero merece la pena que subas. Una vez en lo alto se divisa una gran porción de terrenos, todos ricos en trigales y olivos abundantes. Para recreo de la vista se divisa hasta las aguas del pantano. Hermoso paisaje. Desde la Carraspá y Cabeza la Mota se ve muy bien la fuente de Calderón. Está en mitad de la ladera del cerro del mismo nombre. Ladera abrupta y rocosa. . La fuente se encuentra entre olivos, zarzas y matojos. Son muy pocos los que suben a ella. Sube con tiento, porque si resbalas darás mil teletas por el precipicio. Está debajo de una roca. Agua fresca, pero no muy abundante. Hay que beber en un pequeño caño, unas veces de un canuto de caña y otras de una hoja de higuera. Tiene la ventaja que en su época puedes comer sabrosos higos. Se crían muchos conejos.


FUENTE DE CAÑADA LAS TEJAS
            Volvemos Al pueblo por el mismo camino, y una vez en las Peñazas, cogemos el camino de Alarcón, dirección Sur, cruzamos la Puente Nueva y por una senda, hoy camino más ancho, nos encontramos con la fuente. Un vallejo de pinos y frutales, hermosos huertos, Se le llamó también el Huerto del Cura. Agua fresca y abundante. Paseo en otros tiempos y sitio de recreo. Se hacían en la fuente muchas y buenas “fumatas”, como se dice ahora. Si supiera hablar, cuantas cosas contaría. Hoy sigue igual. Riega hermosos huertos.

FUENTE HUERTO DE LOS SOTILLOS
            La fuente recibe el mismo nombre. Se encuentra a media legua de Cañada las Tejas, camino de Alarcón hacia delante. Fue siempre un rincón rico y agradable, de grandes nogueras y frutales, lugar de conejos y escondite de alimañas. Sus aguas frescas y abundantes. También se hicieron a la sombra de sus nogales grandes ranchos; estos han desaparecido. La fuente sigue igual.

FUENTE DEL MONTE DEL TEMPLAO
            Si seguimos el mismo camino enseguida llegamos al Bosque, como gustaba llamar al dueño y a sus herederos. La fuente no tiene nada de particular, un pequeño manantial y muy fresca, pero poco abundante. Está escondida a la orilla de un corrimiento de tierras que sus dueños llaman la Sima. Los cazadores hemos bebido de ella muchas veces. Buen sitio de caza.

FUENTE SALOBRE
            Siguiendo el mismo camino enseguida llegamos al camino de la Olacera. Cruzando el valle, a cien metros nos encontramos con la fuente. Está escondida entre malezas, fresca y abundante, pero salobre como un rayo. Si llegas cansado la encuentras agradable. También los cazadores hemos comido allí la merienda. En el cerro abundan los conejos, en el valle las codornices.

FUENTE DE LAS ESCANDALOSAS
            Está a tiro de piedra de la anterior, en el paraje del mismo nombre, de recia como su hermana, si no llevas mucha sed no te pares porque enseguida encontrarás otra mejor. Aquí en esta tienes que agacharte y beber en una teja. Es muy incómoda.

FUENTE DEL TÍO ROMANCILLO
            A vuelo de pájaro, dirección Sur brincando la loma, llegamos a la fuente de dicho nombre. Está entre los parajes del Cerro las bolas y Vallejo Molar. Es la mejor de todas. Una hermosa fuente. Bebe tranquilo y descansa. Merece la pena pasar en ella un rato. Hay que beber en un caño limpio y abundante, también hay una pequeña charca en la que pueden refrescarse los perros. Buen sitio de caza. Se crían abundantes perdices y conejos.


FUENTE DE HOYA REDONDA
            Está situada más al Sur, cruzando el vallejo de los Corrales, a medio kilómetro de distancia. Agua fresca y abundante; riega un hermoso huerto y sirve de abrevadero a los ganados.

FUENTE DE FOLIJES
            Si giramos a la derecha, brincando la loma, llegamos al para del mismo nombre donde se encuentra la fuente. Agua muy fresca y dulce. Una poceta del tamaño de un caldero, donde tienes que beber a morro y mojarte la nariz, aunque siempre había escondido entre la hierba un bote con el que bebías cómodamente. Muchas meriendas nos tenemos comidas en ella los cazadores. (CONTINUARÁ)             

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL APODARIO DE JULIÁN DOMÍNGUEZ



He celebrado hasta con cierto júbilo el haber encontrado entre mis papeles un cuaderno debidamente mecanografiado, que hace muchos años tuvo la gentileza de regalarme Julián Domínguez, el Cartero, ya desgraciadamente desaparecido. Lo guardé tan bien, que hasta hoy lo había dado por desaparecido.
            Se trata de una verdadera joya. Un estudio sociológico paciente sobre la vida de Olivares a lo largo del siglo XX, tomando como base los apodos de nuestros compatriotas, con la pequeña historia que muchos de ellos suelen llevar anexa.
            Es una pena que se pierdan tantos conocimientos de contenido eminentemente popular; la vida de los pueblos era algo así cuando todos nos considerábamos miembros de una familia común, la del paisanaje; pero pienso que, de momento, es materia todavía delicada; pues hay a quienes el mote, tanto personal como familiar, les pueda sonar como un insulto, cuando no es así. No me importaría colgarlo íntegramente en el blog como una aportación, sin duda valiosa, de nuestro ambiente local de todo un siglo.
            Julián era amigo, gran conocedor de la vida del pueblo, de ahí que al hallazgo le dé, al menos por lo que de mí depende, la importancia que merece. El cuaderno se completa con un estudio pormenorizado de una serie de fuentes (más de treinta) existentes en el término, en su mayor parte desaparecidas, pero que gracias a Julián nos queda el nombre y el lugar donde se encontraban, con algún detalle anecdótico en muchas de ellas, que espero en algún momento colgar en el blog.
            Por cuanto a motes, incluyo algunos de los que cuentan en el cuaderno, con todo el afecto que merece el ser considerados como algo muy nuestro, parte de nuestra pequeña historia, que pienso se debe conservar.
            La transcripción es literal. Solamente me he limitado a corregir algunas erratas:    

                               . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

            EL TÍO PERRETE: Vivió en el barrio del Poyete. Hombre pequeño y parlanchín, tal vez esto le costó algún disgusto. Cuentan los viejos que todos los azotes que se perdían se los encontraba él. No dejó descendencia, ni de apodo ni de bienes.

            DON CARLOS: Su nombre era Mauricio, hijo del tío Chirleras, también cazador como toda la familia; tenía el don de ser pariente de todos los ricos del pueblo. Era hombre muy singular, contaba muchas historias, más inventadas que reales. Pasó a la historia por el más mentiroso del pueblo. Casó con la tía Mauricia. Buena hembra y muy templá. Sabía de todo. Hasta fue partera. Morena de ojos grandes. Se la trajo de la mili donde le contó grandezas y haciendas. Cuentan que al llegar al pueblo le hizo cerrar los ojos; le preguntó que veía, y al mismo tiempo le contestó: “todo lo que ves es nuestro”. Dejó herederos. A un hijo se le conoce por el mismo apodo.

            TOLEA: No se sabe el origen del apodo. Lo único que sabemos es que fue un pájaro de cuenta. Abandonó de muy joven el hogar paterno. Era hijo del tío Julianón. Pasó toda la vida en las grandes ciudades, conoció cárceles y comisarías. Fue perseguido y azotado. Según sus propias confesiones vivió del hurto y de lo ajeno. Su oficio o profesión “maleante”. Siendo ya viejo llegó al pueblo, y en vez de reconciliarse con la familia y convecinos, insultaba y amenazaba a todos. Vivió en una choza o cueva en donde tuvo varias mujeres de su misma ralea. No dejó herederos conocidos, ni falta que hace.

            EL PATAQUERO: El apodo lo heredó de su padre o de su madre; hay un paraje en el término conocido por el huerto de la tía Pataquera. Este hombre tuvo una historia larga de contar. Fue, como dice la copla, “un valiente y leal legionario. Murió con el grado de comandante, Caballero Laureado y Mutilado por la Patria. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices, y su pecho lleno de medallas. Se podría escribir una gran historia de sus hazañas guerreras, pero nos limitamos al apodo que ha quedado extinguido.

            EL TÍO VITANGUILLA: Su nombre era Juan José, también apodado Pinchasotas. El apodo Vitanguilla tal vez lo heredó de su padre. Un hombre de pueblo, sin estudios ni carrera, era como un licenciado en estos tiempos. Hacía de todo. Daba clases y conferencias. Hacía hijuelas y testamentarías. No le gustaba mucho el campo, amigo de tertulias y reuniones donde hacia valer sus cualidades de bien hablar y saber. Tuvo siempre un cuñado en casa que trabajaba el campo, y se le conocía por Sordo Pelotas.

            EL PERDÍO: Hijo del tío Ambrosio, que fue hombre serio y muy formal, trabajador y honrado. Se le conoce por El Perdío porque se perdió cuando era chico. Cuentan que lo mandaron a llevar la comida a los segadores, faena ésta que se encomendaba a los chicos llamados olleros. Lo montaron en un borriquillo y resucitó como Cristo, a los tres días, en un pueblo llamado Hontecillas. Al encontrarlo, solamente comentó. “Ya decía yo que aquellas mujeres no eran como éstas”.

            EL TÍO POCACOLA: No se sabe el origen del apodo. Vivió en la calle del Poyete y estaba casado con una hija del tío Peñote. No dejaron herederos del apodo. Cuentan los viejos que, siendo ya mayor, vendió al tío Pascual, éste era un ricote, la orza de los chorizos. De esta venta hicieron los del barrio una coplilla que decía así: “Ya está la orza ajustada, la brincan por el corral, y Pocacola le dice, dame los cuartos Pascual". El tío Pascual era un viejete alegre y dicharachero, y algo burlón; y cuando estaban los vecinos en el barrio tomando el sol, les decía “Voy a comerme un colín”, refiriéndose a un chorizo del tío Pocacola. 

Bien, esto es sólo una muestra. Están registrados más de doscientos apodos. Si alguno de los lectores está interesado en que se añada el suyo o el de su familia, puede hacérmelo saber como comentario a esta página, o por el medio que considere oportuno.

jueves, 14 de julio de 2011

ESTAMPAS DEL VERANO

Los amables visitadores del blog, que os supongo olivareños la inmensa mayoría, me estaréis echando mala fama sin que os falte razón, por tenerlo un poco abandonado últimamente. Es tanta la información que va incluida dentro de él, que los temas acaban por agotarse, sin encontrar apenas nada que contar aparte de lo ya dicho, que realmente valga la perna.
A pesar de todo, mi esposa y yo hemos vuelto a instalarnos en Olivares para una buena parte del verano, donde, como cabía esperar, tampoco hemos encontrado nada importante que reseñar excepto el interés por volver a estar en contacto con vosotros. El calor tampoco es excesivo, y la gente sigue saliendo por las noches a tomar el fresco en las puertas de sus casas siguiendo la costumbre. Hasta el momento no somos muchos los que nos hemos incorporado al verano en el pueblo. Seguramente en agosto seremos más.
Como justificación a lo dicho me ha parecido oportuno ofreceros un par de fotografías que a los que vivís lejos de Olivares y no lo visitáis con la frecuencia que fuera vuestro deseo, tal vez os toque un poco el nervio de las nostalgias, sobre todo a los que vivisteis el ambiente del pueblo en tiempos ya lejanos, cuando todo era distinto a como es hoy.
Una de las fotografías la tomé precisamente ayer, en el mercadillo de los miércoles, que en verano aumenta su interés con un número mayor de puestos de venta en el Lejío y en sus calles contiguas.
La otra está cogida antesdeayer. Es una vista del pantano, que ha llegado a alcanzar niveles importantes como podéis ver, y que ha aumentado bastante su contenido desde la última vez que pasé por aquí. Está tomada desde el puente nuevo de la Perca, en la carretera de Villaverde, que muchos de vosotros reconoceréis quizás por el detalle de la columna inundada por el agua. El puente de la Caserna en la antigua carretera, es muy posible que se encuentre a dos o tres metros por debajo de la superficie del pantano.

viernes, 13 de mayo de 2011

LOS OTROS OLIVAREÑOS - OLIVARES (Sevilla)

Hace tiempo incluí en el blog una información, creo que cumplida, de Olivares de Duero, un pueblo de la provincia de Valladolid. Ahora es otro Olivares, el de Sevilla, al que dedicamos la presente página por considerarlo de interés para el resto de los olivareños que andamos por el mundo. Se trata del mayor de los pueblos de España que llevan el mismo nombre. Se encuentra a 15 kilómetros de Sevilla y su número de habitantes en este momento supera la cifra de 8.000, lo que lo eleva a la categoría de ser uno más de los grandes pueblos andaluces, aunque por historia, monumentos y costumbrismo, aventaja a muchos de ellos.
De su pasado sabemos que se han encontrado restos romanos cerca de él (también en nuestro pueblo), estando en su término el cerro de Las Cabezas, desde donde se llevó el agua por medio de un acueducto hasta Itálica, ciudad natal del emperador Trajano. El origen de Olivares, por tanto, se fija en el siglo I. No lejos del municipio existe una torre árabe, la de San Antonio, del siglo XII.
De este Olivares ostentó el título de conde-duque don Gaspar de Guzmán, válido que fue del rey Felipe IV, quien se ocupó de dignificar el pueblo y de ordenar la construcción de su iglesia colegial, convertida en abadía en el año 1622. La riqueza de esta iglesia la lleva a ser considerada como una de las más importantes de Sevilla; pues posee, entre otros muchos detalles más que hablan de su pasado esplendor, una imagen barroca esculpida por María Roldán (La Roldana) y algunos cuadros atribuidos a Zurbarán. Otros edificios importantes podrían ser la capilla de la Vera Cruz, del siglo XVI, y el Palacio del Conde-duque de Olivares.
A los olivareños de allí les gusta presumir de una bonita plaza, y a fe que tienen razón. Es de planta rectangular, modelo italiano, y está adornada con naranjos alrededor e impresionantes farolas de hierro fundido, que representan dragones.
Los olivareños de Sevilla son muy amantes de las fiestas. En Semana Santa tienen dos hermandades, con múltiples pasos lujosísimos cada una de ellas: la Veracruz, y la Soledad, que sacan en procesión las tardes del Jueves y del Viernes Santo.
Acuden en romería anualmente a la Virgen del Rocío con sus correspondientes carretas, y en la festividad del Corpus sacan en procesión por sus calles ostentando la Eucaristía una de las más valiosas custodias de toda la tierra andaluza. La Cabalgata de Reyes, dicen los olivareños, que compite de tú a tú con la de la propia capital.
Las fiestas patronales en honor de la Virgen de las Nieves, junto con la feria anual, se celebran en el mes de agosto.
Mientras escribo estas cosas se me ocurre pensar, como idea para la nueva Corporación de nuestro pueblo que salga de las urnas, que sería una buena cosa que a nivel municipal -alcaldes y corporaciones- intentasen hermanar oficialmente nuestros pueblos y establecer entre ellos alguna relación. Con Olivares de Duero lo veo bastante factible, todo es Castilla y los pueblos mantienen cierta semejanza en forma y en carácter. Tengo hasta cierta confianza en que se va a hacer, por lo menos puede hacerse.

domingo, 24 de abril de 2011

SEMANA SANTA 2011



Como suele ser habitual en estas fechas, el pueblo ha duplicado su número de habitantes durante la Semana Santa. Es bueno que las costumbres que dan vida al pueblo se conserven, por lo menos en la nuestra y en inmediatas generaciones. Los que hemos nacido allí y hemos vivido en él una buena parte de nuestra juventud, añoramos el dar una vuelta por sus calles y por sus alrededores con mayor o menor frecuencia, y participar, cada uno de la mejor manera, en los principales acontecimientos que todavía siguen teniendo lugar a lo largo del año.

Ahora era preceptivo acudir durante los días de vacación de la Semana Santa. La asistencia de público ha sido importante. Tal vez no tanto como en años anteriores debido al mal estado de la climatología que, igual que en toda España, también en Olivares se ha encargado de deslucir las procesiones del Jueves y del Viernes Santo. La procesión del jueves no pudo salir por causa de la lluvia, que se fue intensificando hasta convertirse en un auténtico diluvio a medida que iba entrando la noche. El Viernes Santo se sostuvo en principio y permitió llevar a término la procesión del Vía Crucis durante la mañana; también, aunque con incidencias la del Santo Entierro de la tarde-noche, que con seria amenaza permitió subir hasta el Calvario, pero una vez allí comenzaron a caer las primeras gotas, obligando a bajar hasta la iglesia a paso precipitado, en un camino de regreso en el que la lluvia fue haciendo su presencia de un modo más intenso. Se había tomado la precaución de proteger a la Virgen de los Dolores con un plástico que cubría toda la imagen, en tanto que el Sepulcro fue preciso cobijarlo en los soportales del ayuntamiento hasta que cesó la lluvia.

Magnífica durante todo el recorrido la actuación del grupo de tambores que dirige y encabeza David García. Se echan en falta las cornetas de ediciones anteriores, desaparecidas años atrás por esa tendencia tan común que tenemos los olvareños, mucho más acentuada entre los jóvenes, que es la inconstancia; enseguida nos cansamos de las cosas que tienen un auténtico valor. Confiemos en que algún día vuelvan a aparecer, sería un gesto que agradeceríamos todos y que dignificaría ante los demás el nombre de nuestro pueblo.
Los actos religiosos han contado, como siempre, con una asistencia masiva de público.

viernes, 18 de marzo de 2011

CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA (OLIVARES)


A mediados del siglo XVIII, siendo rey de España Fernando VI y a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada, se envió a todos los municipios de España y de Ultramar (con excepción de las Provincias Vascongadas, en aquel tiempo libres de impuestos) un cuestionario al que obligatoriamente habrían de responder sus representantes legales en un tiempo relativamente breve (25 ó 30 días). Se trataba de una especie de solicitud de datos acerca de las posesiones, en forma detallada, de los habitantes de cada lugar, así como de las características geográficas de cada uno de los aproximadamente 15.000 municipios que se contaban en la Corona de Castilla: edificios, ganados, tierras de labor, pequeñas industrias, etc. Dos siglos antes, el rey Felipe II había hecho algo parecido en sus famosas “Relaciones topográficas”.
El fin no era otro que el de controlar a todos los súbditos de la Corona, para poderles aplicar el impuesto correspondiente; dato que los interesados conocían, de ahí que respondieran un poco según su conveniencia a las 40 preguntas -a todos los municipios las mismas- del citado cuestionario. La credibilidad de las respuestas, por tanto, no deja de ser bastante relativa.
El texto original manuscrito del Catastro, se presta a equivocaciones que he procurado subsanar en lo que me ha sido posible; pues el empleo del leguaje en su forma escrita por los escribanos de la época (la ortografía como bien cultural no reglamentado) dejaba mucho que desear, además de las frecuentes palabras en desuso que hacen el texto complicado de entender. La denominación monetaria no se emplea, sólo unos signos en su lugar, que he procurado sustituir por el nombre “maravedíes”, por ser la moneda al uso.
El Catastro, en cambio, aporta algunos datos interesantes sobre el pasado del pueblo, su forma de vivir y algunas otras particularidades interesantes, dignas de conocerse en un pueblo de cuya historia sabemos tan poco, y que habría que estudiar partiendo del Condado de Cifuentes, primero, y del Señorío de Cervera después, ya que el VI Señor de Cervera, don Alonso Álvarez de Toledo, lo fue también de la mitad del Señorío de Olivares.
Las cuarenta preguntas, con las respuestas correspondientes dadas por nuestros antecesores, es lo que se ofrece en las diez siguientes páginas, con referencia al entonces pueblo de OLIVARES. El sobrenombre “de Júcar” vendría después, cuando hacia el año 1833, más o menos, se procedió en toda España a la reorganización en provincias y municipios de todo el país, habida cuenta de que existían, por lo menos, otros dos Olivares más: uno cerca de Sevilla, que sigue siendo Olivares simplemente, y otro en Valladolid, Olivares de Duero.

(En la fotografía se ofrecen dos de las páginas del “Catastro”, original manuscrito, referentes a nuestro pueblo)

martes, 15 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( I )


RESPUESTAS GENERALES
DE LA VILLA DE OLIVARES

En la villa de Olivares, a veintitrés días del mes de enero de mil setecientos cincuenta y dos, el señor licenciado don Pedro Joaquín Martínez de Toledo, abogado de los Reales Consejos, juez subdelegado para la Real Junta de única contribución, habiendo puesto en ejecución lo que se demanda por el capítulo cuarto de la Real Instrucción, y por consiguiente, manifestándole a don Sebastián de la Blanca, cura de la única parroquial iglesia de dicha villa, con la mayor urbanidad concurriere en este día a la habitación de su majestad, para con su Personal Asistencia dar principio a las diligencias que por dicha Real Instrucción se ordenan y previniendo así mismo al gobernador, alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, regidores y demás personas que componen su ayuntamiento y igualmente ejecuten, conduciendo, conmigo los dos, tres o más sujetos que contemplasen de la mayor opinión e inteligencia, tanto en las calidades camdas de tierra, sus frutos, y cultura, como del número de personas, sus artes, comercios, granjerías, utilidades de cada uno, para que con el diverso que su merced protestó nombrar, y traer del pueblo más inmediato y otro de esta misma villa.

Declaren todos juntos sobre y en razón de cuanto se les fuere preguntando, de todo lo cual yo el presente escribano del número de la ciudad de Cuenca y notario de Reinos doy fe: teniendo presente a Bartolomé de Buendía, gobernador, a Francisco Domínguez y Julián Saiz Abad, alcaldes ordinarios, el primero en depósito por el estado noble, y el segundo por el general; a Sebastián García y Manuel de Arcas, alcaldes de la Santa Hermandad, a el primero por el estado general y al segundo por el noble; en depósito a Juan Francisco Peñalver y Julián Pinar, regidores, éste por el general y aquel por el noble; en depósito a Simón Gómez, procurador, síndico general a Marcos Bermejo, alguacil Pablo Gómez, de hecho por ausencia del propietario, que lo es Real a Juan Alonso Buendía, José Belinchón, Francisco Valera, Isidro Belinchón, Bernardo Domínguez, F. de la Ossa, Juan Martínez Moya. Personas electas por el mencionado gobernador, alcaldes, regidores, a José Martínez y Antonio Valera, nombrados por dicho señor juez; por prácticos e inteligentes este vecino labrador de la villa de Cervera, y aquel labrador de esta villa de Olivare, como todos los demás que le anteceden, según dijeron en presencia del referido párroco, y de mi el escribano, que de ello doy fe, recibo de todos los asrriba expresados juramento, y a cada uno separadamente.

Y habiendo hecho por Dios Nuestro Señor y a una señal de la Cruz, según forma de derecho y prometido bajo de el decir verdad en cuanto supieren y alcanzasen sobre cuanto se les preguntase, siendo en la presencia del citado párroco, por el interrogatorio impreso que va por cabeza de esta declaración, y por cada una de sus preguntas, convinieron y uniformemente respondieron lo siguiente:


(Continúa)

viernes, 11 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( I I )


(Continuación)

1.- Cómo se llama la población.

A la primera pregunta dijeron que esta dicha villa se llama la de Olivares.

2.- Si es de Realengo o de Señorío: a quién pertenece, qué derechos percibe y cuánto producen.

A la segunda pregunta dijeron que es de Señorío, el que pertenece a don Pedro de Toledo y Guzmán, vecino de Illana, quien por tal Señor no percibe derechos algunos, y solo mil seiscientos reales que le produce el arrendamiento de la heredad, viñas y casas que tiene en esta villa, los cuales son como frutos y rentas de su mayorazgo, añadiendo ignorar el motivo de la adquisición del citado Señorío, y responden.

3.- Qué territorios ocupa el término; cuánto de levante a poniente y de norte a sur. Cuánto de circunferencia por horas y leguas. Qué linderos o confrontaciones, y qué figura tiene poniendo al margen.

A la tercera pregunta respondieron diciendo que el territorio que ocupa el término es de legua y media de oriente a poniente, y una del norte al mediodía, cuya circunferencia se compone de cuatro leguas, computada cada una por diez mil varas al estilo del país, por cuya razón contemplan que para transitarla necesitan ocho horas. Confronta a oriente con el término de Valverde, a poniente el de Cervera, a mediodía con el de la Almarcha, y al norte con el de Belmontejo. Su figura se demuestra al margen, y responden.

4.- Qué especies de tierra se hallan en el término, si de regadío o de secano,
distinguiendo si son de hortaliza, sembradura, viñas, pastos, bosques, matorrales, montes, y demás que pudiera haber, explicando si algunas que produzcan más de una cosecha al año, las que fructificaren sólo una, y las que necesitan de un año de intermedio de descanso.

A la cuarta pregunta dijeron que, a excepción de una huerta que riega con el agua de una noria y otros cortos pedazos a brazo y se plantan de hortaliza, todas las demás tierras que se encuentra en el área o centro del término son de secano, por cuya razón las de sembradura necesitan de un año de intermedio para su producción, menos la tierra que se ocupa de nabos, cebada, guijas, garbanzos y cañamones, por ser en el que le corresponde de barbecho; otros plantados de cebolla de azafrán, otros ocupados de viñas, parte conocida comúnmente con el nombre de llecas, a causa de necesitar de seis años de descanso para que fructifiquen una sola cosecha, que por lo general es de trigo; otras montuosas, descoradas y pedregosas, que producen sabinas, enebros y romero; otras conocidas por la Dehesa del Castillejo, que producen maraña y pastos; otras por la Dehesa Carnicera, que también produce mataparda, romeros, maraña y pastos, y otras por el monte de la Pesquisa, que produce hierba, matacanes y pinos, y responden.

5.- De cuántas calidades de tierra hay en cada una de las especies que hayan declarado,
Si de buena, mediana o inferior.

A la quinta pregunta dijeron que las tierras del término se dividen con contemplación a su producción, miga y sustancia, en tierras de primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima, octava, y aun de más calidades, y responden.

6.- Si hay algún plantío de árboles en las tierras que han declarado, como frutales, moreras, olivos, higueras, almendros, parras, algarrobos, etc.

A la sexta pregunta dijeron que en el término de esta dicha villa no hay más árboles frutales que algunos perales, guindales, y los olivos que se hallan colocados en las viñas, y responden.

(En la foto, algunos jóvenes del pueblo bañándose en el Júcar. Años 20)

martes, 8 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (III)


7.- En cuales de las tierras están plantados los árboles que declararen.

A la séptima pregunta dijeron que los frutales y olivos que llevan especificados en la anterior, están plantados aquellos en tierras de primera calidad, y éstos en la segunda y tercera, y responden.

8.- En qué conformidad están hechos los plantíos, si extendidos en toda la tierra o a las márgenes: en una, dos, tres hileras, o en la forma que estuvieren.

A la octava pregunta dijeron que se encuentran unos y otros árboles plantados sin orden y extendidos por toda la tierra, y responden.

9.- De cuántas medidas de tierra se usan en aquel pueblo: de cuántos pasos, o varas castellanas en cuadro se compone. Qué cantidad de cada especie en granos de los que se cogen en el término se siembra en cada una.

A la novena pregunta dijeron que en esta mencionada villa jamás se ha usado de medida para la comprensión de almudes, pues se han gobernado por la sembradura de puño y a juicio de prudentes, pero habiendo pasado a medir un almud de calidad; para de este modo asegurar el acierto a esta respuesta han encontrado que el de primera se compone de mil novecientas varas en cuadro, dos mil quinientas el de segunda, y tres mil cien el de tercera, y a este respecto los de cuarta, quinta y demás calidades, teniendo suficiente para la producción, arrojando un almud o seis celemines del pote de Ávila en cada uno de dichos almudes, cuando lo es de trigo o avena; nueve cuando se ejecuta de cebada o escaña; tres cuando de centeno o guijas; y uno y medio cuando de garbanzos ; dos almudes cuando es de cañamones; ocho onzas cuando se simienta de narina, y diez fanegas cuando se ocupa de cebolla de azafrán, y con el mismo respecto regulan que cada almud de viña, ya sea de primera, segunda, o tercera calidad, se compone de tres mil cien varas en cuadro o de cuatrocientas cepas, y de treinta olivas el plantío de esta especie, y responden.

10.- Qué número de medidas de tierra habrá en el término distinguiendo las de cada especie y calidad; por ejemplo: tantas fanegas, o del nombre que tuviese la medida de tierra de sembradura de la mejor calidad: tantas de mediana bondad, y tantas de inferior; y lo mismo en las demás especies que hubieren declarado.

A la décima pregunta dijeron que todo el término de esta villa se compone de cuarentamil trescientos veintinueve almudes, dos celemines y dos cuartillos, de los cuales, atendiendo su calidad y naturaleza, se dividen, y así en el dictamen a juicio y por experiencia de los que se ponen, ochocientos sesenta almudes de primera calidad, cuatro mil de segunda, y tres mil de tercera, todos de sembradura; quinientos almudes de segunda y tercera calidad plantados de viñas. Dos mil ochocientos almudes de segunda y tercera calidad; conocidos por llecos para la segunda y tercera calidad ocupados con el plantío de olivos, treinta y un almudes; treinta y siete de primera calidad puesta de cebolla de azafrán, sesenta y siete almudes de segunda, y veintiún almudes un celemín y un cuartillo de tercera; seis mil quinientos veintitrés de la Dehesa del Castillejo, de cuarta y quinta calidad que produce maraña y su pasto se arrienda en virtud de Facultad Real en setecientos reales; cinco mil novecientos veintiocho almudes de sexta calidad, de la Dehesa Carnicera, que produce mata parda, maraña y romero, y su pasto es para abastecedor de carnes; doce mil trescientos veintitrés almudes de séptima calidad del monte de la pesquisa, que produce matacanes y pinos, y aquellos cortados de treinta en treinta años para carbón, produciría la utilidad de seis mil reales, y cuatro mil doscientos setenta y seis almudes, un celemín y un cuartillo restantes, de octava calidad de tierra lleca y realengo, pedregosa e infructífera, sita en el Cerro Gordo, Cerro de las Cabras, Cerro del Gato, las Atalayas, Cabeza la Mota, Cerro la Horca, Cerro Castillejo, Vallejo Molar, las Escandalosas y otros distintos, su pasto es común como el de la antecedente, y responden.

viernes, 4 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( IV )


(Continuación)


11.- Qué especie de frutos se cogen en el término.

A la undécima pregunta dijeron que en las tierras y viñas especificadas se cogen los frutos de trigo, cebada, centeno, avena, escaña, guijas, cáñamo, cañamones, nabos, azafrán, aceite, hortaliza y vino, y responden.

12.- Qué cantidad de frutos de cada género, unos años con otros, produce, con una ordinaria cultura, una medida de tierra de cada especie, calidad de las que hubiere en el término, y conocer el producto de los árboles que hubiere.

A la duodécima pregunta dijeron que un almud de primera calidad sembrado de trigo produce, con una ordinaria cultura y labor, seis almudes, cuatro el de segunda y tres el de tercera; un almud de primera calidad de tierra trigal, sembrado con nueve celemines de cebada rinde diez almudes, siete el de segunda y lo mismo el de tercera; un almud de primera calidad sembrado de escaña con los mismos nueve celemines, por ser siembra igual a la de cebada, produce uno con otro siete almudes, cinco el de segunda y otros cinco el de tercera, y lo mismo el sembrado de avena con solos los seis celemines; un almud también trigal de primera calidad sembrado de centeno con tres celemines, rinde tres almudes, dos y medio el de segunda y lo mismo el de tercera; un almud ya sea de primera, segunda o tercera calidad, sembrado con tres celemines de guijas produce tres almudes; otro sembrado con celemín y medio de garbanzos, produce almud y medio; un almud sembrado con doce celemines de cañamones, en cualquier calidad y especie de tierra, produce cuatro arrobas de cáñamo y cinco almudes de cañamones; otro ocupado con ocho onzas de narina produce dieciocho arrobas de nabos; otro plantado de cebolla de azafrán, le contemplan a producción a diez fanegas, veinte onzas de seco curado con aceite; un almud plantado de viña de primera calidad y ocupado con cuatrocientas cepas, da de vino claro seis arrobas, cuatro el de segunda, y tres el de tercera, y responden.

13.- Qué productos se regula darán por medida de tierra los árboles que hubiere, según la forma en que estuviese hecho el plantío, cada uno en su especie.

A la decimotercera pregunta dijeron que los frutales que llevan declarados, además de ser muy pocos no les pueden asignar utilidad alguna, por constarles ser infructíferos, y que sólo sirven para adorno de las mismas tierras, y que los olivos no obstante ser de muy mala calidad, producen cada uno cuatro onzas de aceite claro, y responden.

14.- Qué valor tienen ordinariamente un año con otro los frutos que producen las tierras del término, y la calidad de ellos.

A la decimocuarta pregunta dijeron que en esta mencionada villa es el valor regular de cada fanega de trigo el de dieciocho maravedíes, nueve el de la cebada, seis el de la escaña o avena, doce el de centeno, veinticuatro el de guijas colmado, treinta y seis el de garbanzos, treinta y seis el de cañamones, veintiocho la arroba de cañamones en rama, dos la de nabos, seis la del vino, y cuarenta y ocho la labra de azafrán curado con aceite, y veinticinco la arroba de aceite, y responden.

martes, 1 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( V )

(Continuación)

15.- Qué derechos se hallan impuestos sobre las tierras del término, como diezmo, primicia, tercio-décimo u otros, y a quién pertenecen.

A la decimoquinta pregunta dijeron que sobre las tierras del término no se hallan los dichos impuestos de diezmo, primicia y pie de altar, los que pertenecen a los calces de Alarcón, a las pilas de Cuenca, a esta iglesia parroquial, a las Tercias Reales, a una prestamera propia del Colegio del Señor San Julián de la ciudad de Cuenca, al rector de su santa iglesia, al arcediano de Alarcón, al cura de esta villa, al sacristán, a la tercia de Cervera, a la de la Parrilla, a la de Belmontejo, a la de Villaverde, y a las que les corresponden a estos interesados no pueden decir, por lo que se remite a la “tazmia” y su división, a lo que se debe añadir también como impuesto sobre las mismas tierras el importe del voto de Santiago, cuyo derecho consiste en cobrar de cada labrador tres celemines de la simiente que dijere la persona que viene diputada para este fin llegando la cosecha a veinte almudes, pues aunque exceda no paga más, a menos que barbeche o siembre con dos yuntas, ya sean de bueyes, mulas, o de burros en un mismo surco o besana, porque entonces debe cobrar y pagar la dicha persona diputada un almuz de lo que nos excede aunque labre con tres, cuatro o más yuntas, y así mismo están y se hallan gravadas con diferentes censos y cargas de misas, y responden.

16.- A qué cantidad de frutos suelen montar los referidos derechos de cada especie, o a qué precio suelen arrendarse un año con otro.

A la pregunta dieciséis dijeron que no arrendándose como no se arriendan los frutos de diezmos, primicias, pie de altar, pues cada uno de los interesados los percibe en la misma especie, sólo pueden declarar sobre poco más o menos que la cantidad de diezmos y pie de altar es la de mil ochocientos veintiún almudes de trigo, trecientos doce de cebada, doscientos treinta de centeno, veinte almudes de garbanzos, trecientos treinta de avena o escaña, ciento dos corderos, dieciséis arrobas de lana, doscientas arrobas de vino, diez libras de azafrán, cinco arrobas de miel, catorce libras de cera; la primicia ciento cincuenta almudes de trigo, sesenta almudes de cebada, cincuenta de centeno, noventa de avena y escaña, y ocho corderos, lo que es perteneciente a las tierras de este término y así mismo viene de los anejos es a saber: Ucero, Casablanca y Don Benito, que aunque están en la jurisdicción de la Almarcha, los puntos decimales tocan a esta tercia en virtud de convenio, y sin los diezmos, cien almudes de trigo, veinte de cebada, treinta de centeno, veinticinco de avena y escaña, dos almudes de garbanzos, seis de guijas y una libra de azafrán; y la primicia: dieciséis almudes de trigo, cinco de cebada, nueve de centeno y diez de avena, sobre que se remiten a las tazmias, y así mismo la cantidad del voto de Santiago importará hasta treinta fanegas de trigo, y en lo referente a los censos y cargas de las declaraciones de los vecinos, y responden.

17.- Si hay algunas minas, salinas, molinos harineros o de papel, batanes u otros artefactos en el término, distinguiendo de qué metales y de qué uso, explicando sus dueños y lo que se regula produce cada uno de utilidad al año.

A la pregunta decimoséptima pregunta dijeron que en este término hay dos molinos harineros, sitos en la ribera del río Júcar; el uno propio del Cabildo de la Santa Iglesia de Cuenca, distante de esta población como tres cuartos de legua, con cinco piedras corrientes de cubeta que producen de arrendamiento trescientas fanegas de trigo al año, y el otro perteneciente al Conde de Cifuentes, distante de esta villa una legua , y respecto de tener cuatro piedras corrientes y no ser el concurso de las gentes, con tanta abundancia como el que dejan especificado del Cabildo, su arrendamiento es de ciento cuarenta y ocho fanegas y media de trigo por año, y responden.
(La fotografía corresponde al "Molino de Arriba", el que se dice del Cabildo de la iglesia de Cuenca, desaparecido en su día bajo las aguas del pantano)

viernes, 25 de febrero de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( VI )


(Continuación)


18.- Si hay algún esquilmo en el término, a quién pertenece, qué número de ganado viene al esquileo a él, y que utilidad se regula da a su dueño cada año.

A la decimocuarta pregunta dijeron que en esta referida villa y su término no hay casa destinada para el esquileo, pues cada vecino lo ejecuta en su casa por sí o por medio de sus criados, y teniendo presente que cada ocho cabezas de ganado lanar que llaman de vacío, da cada año una arroba de lana; diez ovejas borregas o primalas, otra, veinticinco corderos o corderas una arroba de de niños, y que cada una vale al precio de treinta maravedíes, cada carnero treinta y tres, veintiocho el andosco, veintidós el primal, catorce el borrego, diez el cordero, catorce la primala, doce la borrega y el de la cordera ocho maravedíes; y teniendo también presente que el valor de cada macho de cabrío es de cuarenta y cinco, y treinta y ocho el andosco, veintiocho el del primal, quince el del cegajo, diez el del choto, quince el de la primala, once el de la cegaja y ocho el de cada chota, consideran que el esquilmo de cada cordera es el de ocho maravedíes, cuatro el de la borrega, dos el de la primala, diez el del cordero, cuatro el del borrego, ocho el del primal, otros ocho el del andosco, y cinco el del carnero, cuyas cantidades se cargan además de la lana que producen, por razón de la venta y consumo de carne que ocasionan el de cada macho de cabrío es el de siete maravedíes, diez el del andosco, trece el del primal, cinco el del cegajo, diez el del choto y cuatro el de la primala, tres el de la cegaja y ocho el de cada chota; todos igualmente por la venta de carnes, no cargando a la cabra cosa alguna por no aprovecharse de la leche y a la oveja de la leche, y a la oveja jamás, que entre diez la arroba de lana especificada por deberse conservar para la cría y aumento de sus respectivas especies. Así mismo consideran que el esquilmo de cada yegua echada al contrario es de doscientos cincuenta maravedíes, y ciento veinte a su natural; doscientos el de la burra echada también al contrario, y si es a su natural, sesenta y cinco. De cada vaca o buey, ya sea aquella por la cría y esta por la venta de carnes, y pellejo cuando es viejo, y responden.

19.- Si hay colmenas en el término, cuántas y a quién pertenecen.

A la decimonona pregunta dijeron que en este referido término había como ciento treinta colmenas propias de Diego Belinchón, Julián García Hontecillas, Simón Gómez, Juan Belinchón, don Julián Lázaro, presbítero de esta villa, Juan de Buendía y otros distintos vecinos que no tienen presentes, y que regulado un año con otro tendrá cada una un producto anual o esquilmo de seis libras de miel y cinco onzas de cera, siendo el precio el de ocho maravedíes la libra, y veinticinco la arroba de miel, y responden.

20.- De qué especies de ganado hay en el pueblo y término, excluyendo las mulas de coche, y caballos de regalo, y si algún vecino tiene cabaña o yeguada que pasta fuera del término, dónde y de qué número de cabezas, explicando el nombre del dueño.

A la vigésima pregunta dijeron que en esta dicha villa y su término no hay caballo ni mula de regalo, como tampoco ganado lanar fino y trashumante, pues únicamente mantienen sus vecinos como dos mil cabezas de ganado lanar churro, ciento de cabrío, trece yeguas y caballos, ciento cuarenta y ocho machos y mulas; ciento sesenta y cuatro burros y burras; cien cerdos y cerdas, y treinta y un bueyes y vacas, los que se mantienen en este término y en los que hay comunidad de pastos, y responden.

21.- De qué número de vecinos se compone la población, y cuántos en las casas de campo y alquerías.


A la pregunta veintiuno dijeron no haber en el término de esta villa casa ni alquería de campo, y que sus vecinos son hasta doscientos sesenta y cuatro, con inclusión de viudas, pobres de solemnidad y menores contribuyentes, y responden.

22.- Cuántas casas habrá en el pueblo, qué número de inhabitables, cuántas arruinadas: y si es de Señorío, explicar si tiene cada una alguna carga que pague el dueño por el establecimiento del suelo, y cuánto.

A la pregunta veintidós dijeron que esta población se compone de doscientas sesenta casas, con unas cinco arruinadas e inhabitables, en cuyo número se contienen las de los eclesiásticos y hacendados forasteros, sin que por unas ni otras perciba el señor algunos derechos, y responden.

martes, 22 de febrero de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (VII)


(Continuación)

23.- Qué propios tiene el Común, y a qué asciende su producto al año, de que se deberá pedir justificación.

A la pregunta veintitrés dijeron que esta dicha villa y su Común tiene por propios y como bienes suyos las Casas del Ayuntamiento, en las que se halla un cuarto que sirve de cárcel, y otro donde se venden las mercancías que vienen a ella. Así mismo tiene otro cuarto separado de la referida, y es el que sirve de carnicería, y sin que por unos ni otros perciba útil alguno, y sí seiscientos setenta y nueve maravedíes en que se arrienda la almotazania y correduría propia suya; novecientos que produce el arrendamiento de los dos hornos de pancocer, que unidos componen mil cuatrocientos setenta y nueve maravedíes, sobre lo que se remiten a las cuentas, y responden.

24.- Si el Común disfruta de algún arbitrio, sisa u otra copia que acompañe a estas diligencias, ¿Qué cantidad produce cada uno al año, a qué fin se concedió, sobre qué especies, para conocer si es temporal o perpetuo, y si su producto cubre o excede de su aplicación.

A la pregunta veinticuatro dijeron que el común de esta dicha villa únicamente tiene y disfruta el arbitrio que se le concedió de poder arrendar los pastos del paraje llamado el Castillejo, por el tiempo que necesite para resarcir los cinco mil reales de vellón que dio Su Majestad de este paraje que se denunció por baldío, cuya facultad comenzó a tener efecto el año pasado de mil setecientos cincuenta, que se arrendó en seiscientos reales, el de cincuenta y uno en setecientos, y éste presente está arrendado en otros setecientos, como todo por menor costa de las Cuentas y Facultad Real a que se remiten, y responden.

25.- Qué gastos debe satisfacer el Común como salario de justicia y regidores, fiestas del Corpus u otras: empedrado, fuentes, sirvientes etc, de que se deberá pedir relación auténtica.

A la pregunta veinticinco dijeron que el ayuntamiento y común de esta villa satisface cada año trescientos cincuenta reales al escribano, treinta al comisario de los Santos Lugares de Jerusalén; veintidós de amojonar el término; ciento doce de las veredas del Papel Sellado y las demás que se expiden de la capital; veintidós del gobernador y escribano por aprobar las cuentas; cincuenta reales y diez maravedíes de niños expósitos, cuarenta y cuatro del predicador de Cuaresma y Semana Santa; ochenta y ocho de los alquileres de las casas del cirujano y albéitar, quince de la remesa de elecciones al señor de esta villa; ochenta que se abonan a los regidores por cobrar el acopio de sal; ocho maravedíes de la aprobación de repartimientos en Cuenca; cuarenta y cuatro del comisario de la bula de la Santa Cruzada; once del papel sellado y blanco que se gasta para los repartimientos y borradores; veintidós de llevar las cuentas a Cuenca; cuarenta a los dos celadores de los montes, diez de pasar el testimonio de vagabundos, diecisiete que se gastan en vino en el refresco que se les da a los repartidores, según el uso y costumbre; ocho que se le dan al señor cura por la letanía de San Bernardino; veintidós por las procesiones de Semana Santa, Corpus y Octava; y diez al sacristán porque toque las campanas la noche de Santa Águeda; doscientos trece que se gastan en la caridad de Nuestra Señora de Ucero, como todo costará en las cuentas a que se remiten y en los extraordinarios, y frecuentes de retejar las casas de ayuntamiento, hornos de pancocer, carnicería, empedrar las calles, composición de la fuente y caminos, en cuya virtud se viene en inteligencia en renovar las utilidades para completar los gastos que sobre sí tiene, mayormente no invirtiendo en esto maravedies algunos de los cuatrocientos tres que sobre poco más o menos rediman los de alcabala del, y menos cantidad alguna de los sesenta y ocho que producen la tienda y taberna por reservarse íntegramente para la paga del encabezamiento de rentas generales, cuyo importe es el de ocho mil trescientos noventa y tres maravedíes, incluyendo en esta cantidad treinta y dos del cuarto en libra de jabón y setenta y cinco de el del aguardiente, cuya cantidad descontada la de los cuatrocientos tres, y la de los sesenta y ocho, queda liquidada en siete mil novecientos veintidós, y aumentando de ésta cuatrocientos noventa y siete, de el seis por ciento que se le abona a los alcaldes y regidores por su cobranza y conducción, componen todos ocho mil cuatrocientos diecinueve, los que se reparten anualmente entre los vecinos y hacendados forasteros, con arreglo a la instrucción de trece de marzo del año veinticinco, y responden.

viernes, 18 de febrero de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (VIII)


(Continuación)

26.- ¿Qué cargos de justicia tiene el Común, como salario de justicia y regidores, fiestas del Corpus u otras: empedrado, fuentes, sirvientes etc., de que se deberá pedir relación auténtica?

A la pregunta veintiséis dijeron que dicha villa y común no tienen contra sí censo alguno ni más cargas que las que llevan especificadas en la pregunta anterior, y responden.

27.- Si está cargado de servicio ordinario, y extraordinario, o de otros, de que igualmente se debe pedir individual razón.

A la pregunta veintisiete dijeron que en esta villa se reparte entre sus vecinos y hacendados forasteros del Estado General, sesenta y ocho mil seiscientos diez maravedíes, por el servicio ordinario como consta del cabezón, a que se remiten, en cuya virtud contemplan no estar cargado a más de lo que corresponde por las respectivas haciendas, y reslponden.

28.- Si hay algún empleo, alcabalas, u otras rentas enajenadas, a quien, si fue por servicio pecuniario, u otro motivo, de cuánto fue y lo que produce cada uno al año, de que se deberán pedir los títulos y quedarse con copia.

A la pregunta veintiocho dijeron que en esta relacionada villa, además del Señorío que dejan expuesto en la pregunta segunda, se halla enajenada la almotazanía y correduría propia suya, en virtud de servicio pecuniario como consta en el título que actualmente existe en la Secretaría de incorporación de la Corte de Madrid, y produce de arrendamiento seiscientos sesenta y nueve maravedíes, como igualmente dejan expresado a la pregunta veintitrés, y la Escribanía del número del referido señor al que no le tiene utilidad, y responden.

29.- Cuántas tabernas, mesones, tiendas, panaderías, carnicerías, puentes, barcas sobre ríos, mercados, ferias, etc., hay en la población y término; a quién pertenecen y que utilidad se regula puede dar al año cada uno.

A la pregunta veintinueve dijeron que en esta dicha villa hay una tienda, una taberna, una carnicería y un mesón, cuyo inquilino o mesonero, no obstante de no ser del pueblo de mayor paso, tiene la utilidad de mil quinientos maravedíes después de pagar a las ánimas. Doscientos cincuenta de quien es propio. La tienda de aceite y pescado después de satisfacer treinta y cuatro, que paga de alcabala por las especies que vende, y que serán hasta cien arrobas de aceite y cuarenta de pescado, regulan que llegará la utilidad para el tendero a cuatrocientos maravedíes y setecientos la del tabernero, y así mismo mil doscientos la del carnicero, en esta forma seiscientos que le da de salario el abastecedor, y otros seiscientos de la libra en cada res, y onza en cada libra , pues aunque monta más, la mayor parte se le descuenta por la merma del cuchillo y del tajón, y la del abastecedor subirá hasta trescientos maravedíes, sin inclusión de las yernas, y responden.

30.- Si hay hospitales, de qué calidad, qué renta tienen, y de qué se mantienen.

A la pregunta treinta dijeron que en esta villa hay un hospital donde se recogen los pobres que transitan, por ello el que tiene una cama para el que venga enfermo y su renta es la de tres fanegas y cinco celemines de trigo, los mismos que le producen el arrendamiento de sus tierras, y responden.

martes, 15 de febrero de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( IX )


(Cintinaución)


31.- Si hay algún cambista, mercader de por mayor, o quien beneficie su caudal por mano de corredor u otra persona, con lucro e interés; y qué utilidad se considera puede resultar a cada uno al año.

A la pregunta treinta y uno dijeron que en esta referida villa no hay ni vive mercader alguno de por mayor, ni persona que beneficie su caudal por mano de corredor o de otro tercero, y responden.

32.- Si en el pueblo hay algún tendero de paños, ropas de oro, plata y seda, lienzos, especería u otras mercaderías, médicos, cirujanos, boticarios, escribanos, arrieros, etc. Y qué ganancia se regula pueden tener cada uno al año.

A la pregunta treinta y dos dijeron que en esta nominada villa hay un escribano que lo es Real de su número y ayuntamiento, que con los ciento sesenta y cinco maravedíes que le da porque asista de él las robras, testamentos, testamentos, particiones, y salidas que hace fuera de esta villa, le contemplan hasta la cantidad de dos mil quinientos setenta y cinco maravedíes. Así mismo hay un escribano de fechos, que por servir las ausencias del antecedente le vale ciento setenta y cinco maravedíes, más treinta por Notario Apostólico, quince fanegas de pan por medio, por sacristán, las mismas que tiene destinado, ocho ducados por tocar el órgano, y cien maravedíes por las misas y procesiones de tabla de perpetuales. También hay un médico que sirve por igualas voluntarias al que consideran de utilidad, hasta la cantidad de ochocientos maravedíes, veinticuatro fanegas de trigo en la villa de Cervera y siete en la de la Hinojosa. Así mismo será la del cirujano, la de mil setecientos maravedíes también por igualas voluntarias, y mil la del boticario que también hay en esta villa. Igualmente mil quinientos a Juan de Luz, por dos caballos que mantiene para correr la posta desde esta villa a la de Villar de Cañas, y desde aquella a la de Buenache cuando se ofrece. Y al maestro de niños seiscientos, por notario doscientos, y del posito de obras pías cuatro fanegas de trigo; y un tendero de quincalla y cintas que le contemplan de utilidad, hasta cien maravedíes por ser de corto caudal. También hay un sargento de inválidos que cobra diariamente el sueldo de doce cuartos, y responden.

33.-Qué ocupaciones de artes mecánicos hay en el pueblo con distinción, como albañiles, canteros, albéitares, herreros, sogueros, zapateros, sastres, peraires, tejedores, sombrereros, manguiteros y guateros, etc., explicando en cada oficio de los que hubiere el número que haya de maestros, oficiales y aprendices; y qué utilidad le puede resultar, trabajando meramente de su oficio, al día a cada uno.

A la pregunta treinta y tres dijeron que en esta villa mencionada respecto de estimarse por tales el almotacenero, alcabalero, horneros, molineros, y que se ocupan en oficios y artes mecánicos personas que tienen a su cargo los dos hornos de pancocer, que descontándoles el importe del arriendo y leña, contemplan su utilidad en la de novecientos maravedíes al del horno de arriba, y otros novecientos al de abajo cada año; doscientos al almotacén y otros doscientos al alcabalero; cuatrocientas fanegas de trigo al molinero del Cabildo de la ciudad de Cuenca, y ciento al del Conde de Difuentes, desfalcadas igualmente de las rentas. Así mismo hay un albéitar que gana cien fanegas de trigo, y cuarenta y cuatro maravedíes de la casa en donde habita; un maestro de herrero para cuyo oficio mantiene una fragua, será de diez maravedíes por cada uno de los días que trabaja meramente; que los seis maestros de albañilería y carpintería ejercitándolo en el suyo, ganan cinco maravedíes cada uno de ellos y los aprendices del mismo oficio dos reales; que los tres zapateros de obra prima ocupados en su trabajo ganan cinco maravedíes; que los tres maestros sastres gana cada uno cuatro maravedíes en los días que se ocupan en su oficio, en esta forma, dos en que se les reputa la comida y los otros dos de salario que se les da; que los cuatro tejedores de lienzos y cordellates ganan a tres cada uno, y que los siete cardadores de lana churra que hay y se mantienen de este oficio, tienen por cierto que trabajando meramente en él ganan al día cuatro maravedíes, y responden.

34.- Si hay entre los artistas alguno que teniendo caudal haga prevención de materiales correspondientes a su propio oficio, o a otros, para vender a los demás, o hiciere algún otro comercio, o entrase en arrendamientos; explicar quienes y la utilidad que consideren les puede quedar al año a cada uno de los que hubiese.

A la pregunta treinta y cuatro dijeron que en esta dicha villa no hay artistas ni vecinos algunos que tengan caudal para hacer prevención de materiales correspondientes a sus oficios, y responden.

jueves, 10 de febrero de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( X )


(Continuación y final)


35.- ¿Qué número de jornaleros habrá en el pueblo, y a cómo se paga el jornal diario a cada uno?

A la pregunta treinta y cinco dijeron que hay veinte jornaleros, que regulado el salario de un tiempo con otro ganan cuatro xx en cada uno de los días que trabajen meramente del oficio de tales jornaleros, siendo todos los demás vecinos labradores y ganaderos, a los que así mismo se les regula con otros cuatro xx, y tres a los pastores, y responden.

36.- ¿Cuántos pobres de solemnidad habrá en el pueblo?

A las pregunta treinta y seis dijeron que en esta dicha villa hay catorce pobres de solemnidad, y responden.

37.- Si hay algunos individuos que tengan embarcaciones que naveguen en el mar, o ríos, su porte o para pescar ¿Cuántas, a quién pertenecen, y qué utilidad se considera da a cada una a su dueño al año?

A la pregunta treinta y siete dijeron no haber en esta referida villa lo que en ella contiene, y responden.

38.- ¿Cuántos clérigos hay en el pueblo?

A la pregunta treinta y ocho dijeron que en esta nominada villa hay cinco personas que se estiman y excluyen de los repartimientos por eclesiásticos, que el uno es el expresado señor Cura don Julián Lázaro, don Nicolás García Belinchón, don Antonio Buendía, don Francisco Guijarro, y responden.

39.- Si hay algunos conventos de religiones, y sexo, y qué número de cada uno.

A la pregunta treinta y nueve dijeron que en esta dicha villa ni en su término no hay convento, y menos hospicio de religiosos, y responden.

40.- Si el Rey tiene en el término o pueblo alguna finca, o renta que no corresponda a las generales ni a las provinciales que deben atestiguarse: ¿Cuáles son, cómo se administran y cuanto producen?

A la pregunta cuarenta dijeron que en esta dicha villa y término, no hay ni tiene su majestad finca o renta alguna, no correspondiente a las generales y provinciales, y añadiendo que cuanto llevan dicho es la verdad, y que por tal se afirman y ratifican en ello bajo juramento que tienen hecho y en caso necesario repiten de nuevo. Después de leída se ratificaron en dicha declaración respectivamente, diciendo hallarse escrita en forma y en el modo con que la han dado y que la reiteraron como cierta, siempre y cuando necesario fuese, y expresando el referido Bartolomé de Buendía ser de edad de sesenta y cinco años, Francisco Domínguez de sesenta y siete, y Julián Saiz Abad de cincuenta y ocho; Sebastián García de sesenta, Manuel de Arcas de treinta y dos, Juan Francisco Peñalver de cuarenta; Julián Pinar de treinta y cinco, Simón Gómez de sesenta y siete, Marcos Bermejo de treinta, Pablo Gómez de sesenta, Juan Alonso de Buendía de cincuenta y nueve; José Belinchón de sesenta y cuatro, Francisco Valera de cincuenta y siete, Isidro Belinchón de cincuenta y ocho, Bernardo Domínguez de sesenta; Juan de la Osa de cincuenta y uno, Juan Martínez Moya de treinta y dos, José Martínez de cuarenta y dos; Antonio Valencia de cincuenta y nueve. Todos los que en presencia del referido don Sebastián de la Blanca, cura propio de esta villa lo firmaron, y por el que no un testigo a su ruego junto con dicho señor juez, de todo lo cual doy fe: Licenciado don Pedro Joaquín Martínez de Toledo. Testigo Francisco Domínguez Bartolomé de Buendía. Testigo Manuel de Moya y Belinchón. Julián Saiz, testigo por Sebastián García. Bartolomé de Buendía, testigo por Manuel de Arcas. Manuel de Moya Belinchón, testigo por Juan Francisco Peñalver. Pablo Gómez Valera, Julián Pinar, Simón Gómez; Juan Alonso de Buendía, testigo por Marcos Bermejo, Manuel de Moya Belinchón, Pablo Gómez Valera, Francisco Valera, José Belinchón, Bernardo Domínguez, Isidro Belinchón, Juan Martínez Moya, Juan de la Osa, José Martínez, Antonio Valencia. Ante mí: Francisco Antonio de Moya.

Concuerdan las respuestas insertas con sus originales que con lo demás obrado en las operaciones respectivas a este pueblo, para el establecimiento de única contribución, quedan en esta contaduría principal de mi cargo a que nos referimos. Y para que conste donde convenga, en virtud de lo mandado por la Real Junta, en carta orden de once de mayo del año próximo pasado, lo firmamos en Cuenca, a cinco de enero de mil setecientos cincuenta y cuatro años.
Pedro de Quintana . Acebedo . Lorenzo Grande