viernes, 18 de marzo de 2011

CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA (OLIVARES)


A mediados del siglo XVIII, siendo rey de España Fernando VI y a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada, se envió a todos los municipios de España y de Ultramar (con excepción de las Provincias Vascongadas, en aquel tiempo libres de impuestos) un cuestionario al que obligatoriamente habrían de responder sus representantes legales en un tiempo relativamente breve (25 ó 30 días). Se trataba de una especie de solicitud de datos acerca de las posesiones, en forma detallada, de los habitantes de cada lugar, así como de las características geográficas de cada uno de los aproximadamente 15.000 municipios que se contaban en la Corona de Castilla: edificios, ganados, tierras de labor, pequeñas industrias, etc. Dos siglos antes, el rey Felipe II había hecho algo parecido en sus famosas “Relaciones topográficas”.
El fin no era otro que el de controlar a todos los súbditos de la Corona, para poderles aplicar el impuesto correspondiente; dato que los interesados conocían, de ahí que respondieran un poco según su conveniencia a las 40 preguntas -a todos los municipios las mismas- del citado cuestionario. La credibilidad de las respuestas, por tanto, no deja de ser bastante relativa.
El texto original manuscrito del Catastro, se presta a equivocaciones que he procurado subsanar en lo que me ha sido posible; pues el empleo del leguaje en su forma escrita por los escribanos de la época (la ortografía como bien cultural no reglamentado) dejaba mucho que desear, además de las frecuentes palabras en desuso que hacen el texto complicado de entender. La denominación monetaria no se emplea, sólo unos signos en su lugar, que he procurado sustituir por el nombre “maravedíes”, por ser la moneda al uso.
El Catastro, en cambio, aporta algunos datos interesantes sobre el pasado del pueblo, su forma de vivir y algunas otras particularidades interesantes, dignas de conocerse en un pueblo de cuya historia sabemos tan poco, y que habría que estudiar partiendo del Condado de Cifuentes, primero, y del Señorío de Cervera después, ya que el VI Señor de Cervera, don Alonso Álvarez de Toledo, lo fue también de la mitad del Señorío de Olivares.
Las cuarenta preguntas, con las respuestas correspondientes dadas por nuestros antecesores, es lo que se ofrece en las diez siguientes páginas, con referencia al entonces pueblo de OLIVARES. El sobrenombre “de Júcar” vendría después, cuando hacia el año 1833, más o menos, se procedió en toda España a la reorganización en provincias y municipios de todo el país, habida cuenta de que existían, por lo menos, otros dos Olivares más: uno cerca de Sevilla, que sigue siendo Olivares simplemente, y otro en Valladolid, Olivares de Duero.

(En la fotografía se ofrecen dos de las páginas del “Catastro”, original manuscrito, referentes a nuestro pueblo)

martes, 15 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( I )


RESPUESTAS GENERALES
DE LA VILLA DE OLIVARES

En la villa de Olivares, a veintitrés días del mes de enero de mil setecientos cincuenta y dos, el señor licenciado don Pedro Joaquín Martínez de Toledo, abogado de los Reales Consejos, juez subdelegado para la Real Junta de única contribución, habiendo puesto en ejecución lo que se demanda por el capítulo cuarto de la Real Instrucción, y por consiguiente, manifestándole a don Sebastián de la Blanca, cura de la única parroquial iglesia de dicha villa, con la mayor urbanidad concurriere en este día a la habitación de su majestad, para con su Personal Asistencia dar principio a las diligencias que por dicha Real Instrucción se ordenan y previniendo así mismo al gobernador, alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, regidores y demás personas que componen su ayuntamiento y igualmente ejecuten, conduciendo, conmigo los dos, tres o más sujetos que contemplasen de la mayor opinión e inteligencia, tanto en las calidades camdas de tierra, sus frutos, y cultura, como del número de personas, sus artes, comercios, granjerías, utilidades de cada uno, para que con el diverso que su merced protestó nombrar, y traer del pueblo más inmediato y otro de esta misma villa.

Declaren todos juntos sobre y en razón de cuanto se les fuere preguntando, de todo lo cual yo el presente escribano del número de la ciudad de Cuenca y notario de Reinos doy fe: teniendo presente a Bartolomé de Buendía, gobernador, a Francisco Domínguez y Julián Saiz Abad, alcaldes ordinarios, el primero en depósito por el estado noble, y el segundo por el general; a Sebastián García y Manuel de Arcas, alcaldes de la Santa Hermandad, a el primero por el estado general y al segundo por el noble; en depósito a Juan Francisco Peñalver y Julián Pinar, regidores, éste por el general y aquel por el noble; en depósito a Simón Gómez, procurador, síndico general a Marcos Bermejo, alguacil Pablo Gómez, de hecho por ausencia del propietario, que lo es Real a Juan Alonso Buendía, José Belinchón, Francisco Valera, Isidro Belinchón, Bernardo Domínguez, F. de la Ossa, Juan Martínez Moya. Personas electas por el mencionado gobernador, alcaldes, regidores, a José Martínez y Antonio Valera, nombrados por dicho señor juez; por prácticos e inteligentes este vecino labrador de la villa de Cervera, y aquel labrador de esta villa de Olivare, como todos los demás que le anteceden, según dijeron en presencia del referido párroco, y de mi el escribano, que de ello doy fe, recibo de todos los asrriba expresados juramento, y a cada uno separadamente.

Y habiendo hecho por Dios Nuestro Señor y a una señal de la Cruz, según forma de derecho y prometido bajo de el decir verdad en cuanto supieren y alcanzasen sobre cuanto se les preguntase, siendo en la presencia del citado párroco, por el interrogatorio impreso que va por cabeza de esta declaración, y por cada una de sus preguntas, convinieron y uniformemente respondieron lo siguiente:


(Continúa)

viernes, 11 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( I I )


(Continuación)

1.- Cómo se llama la población.

A la primera pregunta dijeron que esta dicha villa se llama la de Olivares.

2.- Si es de Realengo o de Señorío: a quién pertenece, qué derechos percibe y cuánto producen.

A la segunda pregunta dijeron que es de Señorío, el que pertenece a don Pedro de Toledo y Guzmán, vecino de Illana, quien por tal Señor no percibe derechos algunos, y solo mil seiscientos reales que le produce el arrendamiento de la heredad, viñas y casas que tiene en esta villa, los cuales son como frutos y rentas de su mayorazgo, añadiendo ignorar el motivo de la adquisición del citado Señorío, y responden.

3.- Qué territorios ocupa el término; cuánto de levante a poniente y de norte a sur. Cuánto de circunferencia por horas y leguas. Qué linderos o confrontaciones, y qué figura tiene poniendo al margen.

A la tercera pregunta respondieron diciendo que el territorio que ocupa el término es de legua y media de oriente a poniente, y una del norte al mediodía, cuya circunferencia se compone de cuatro leguas, computada cada una por diez mil varas al estilo del país, por cuya razón contemplan que para transitarla necesitan ocho horas. Confronta a oriente con el término de Valverde, a poniente el de Cervera, a mediodía con el de la Almarcha, y al norte con el de Belmontejo. Su figura se demuestra al margen, y responden.

4.- Qué especies de tierra se hallan en el término, si de regadío o de secano,
distinguiendo si son de hortaliza, sembradura, viñas, pastos, bosques, matorrales, montes, y demás que pudiera haber, explicando si algunas que produzcan más de una cosecha al año, las que fructificaren sólo una, y las que necesitan de un año de intermedio de descanso.

A la cuarta pregunta dijeron que, a excepción de una huerta que riega con el agua de una noria y otros cortos pedazos a brazo y se plantan de hortaliza, todas las demás tierras que se encuentra en el área o centro del término son de secano, por cuya razón las de sembradura necesitan de un año de intermedio para su producción, menos la tierra que se ocupa de nabos, cebada, guijas, garbanzos y cañamones, por ser en el que le corresponde de barbecho; otros plantados de cebolla de azafrán, otros ocupados de viñas, parte conocida comúnmente con el nombre de llecas, a causa de necesitar de seis años de descanso para que fructifiquen una sola cosecha, que por lo general es de trigo; otras montuosas, descoradas y pedregosas, que producen sabinas, enebros y romero; otras conocidas por la Dehesa del Castillejo, que producen maraña y pastos; otras por la Dehesa Carnicera, que también produce mataparda, romeros, maraña y pastos, y otras por el monte de la Pesquisa, que produce hierba, matacanes y pinos, y responden.

5.- De cuántas calidades de tierra hay en cada una de las especies que hayan declarado,
Si de buena, mediana o inferior.

A la quinta pregunta dijeron que las tierras del término se dividen con contemplación a su producción, miga y sustancia, en tierras de primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima, octava, y aun de más calidades, y responden.

6.- Si hay algún plantío de árboles en las tierras que han declarado, como frutales, moreras, olivos, higueras, almendros, parras, algarrobos, etc.

A la sexta pregunta dijeron que en el término de esta dicha villa no hay más árboles frutales que algunos perales, guindales, y los olivos que se hallan colocados en las viñas, y responden.

(En la foto, algunos jóvenes del pueblo bañándose en el Júcar. Años 20)

martes, 8 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (III)


7.- En cuales de las tierras están plantados los árboles que declararen.

A la séptima pregunta dijeron que los frutales y olivos que llevan especificados en la anterior, están plantados aquellos en tierras de primera calidad, y éstos en la segunda y tercera, y responden.

8.- En qué conformidad están hechos los plantíos, si extendidos en toda la tierra o a las márgenes: en una, dos, tres hileras, o en la forma que estuvieren.

A la octava pregunta dijeron que se encuentran unos y otros árboles plantados sin orden y extendidos por toda la tierra, y responden.

9.- De cuántas medidas de tierra se usan en aquel pueblo: de cuántos pasos, o varas castellanas en cuadro se compone. Qué cantidad de cada especie en granos de los que se cogen en el término se siembra en cada una.

A la novena pregunta dijeron que en esta mencionada villa jamás se ha usado de medida para la comprensión de almudes, pues se han gobernado por la sembradura de puño y a juicio de prudentes, pero habiendo pasado a medir un almud de calidad; para de este modo asegurar el acierto a esta respuesta han encontrado que el de primera se compone de mil novecientas varas en cuadro, dos mil quinientas el de segunda, y tres mil cien el de tercera, y a este respecto los de cuarta, quinta y demás calidades, teniendo suficiente para la producción, arrojando un almud o seis celemines del pote de Ávila en cada uno de dichos almudes, cuando lo es de trigo o avena; nueve cuando se ejecuta de cebada o escaña; tres cuando de centeno o guijas; y uno y medio cuando de garbanzos ; dos almudes cuando es de cañamones; ocho onzas cuando se simienta de narina, y diez fanegas cuando se ocupa de cebolla de azafrán, y con el mismo respecto regulan que cada almud de viña, ya sea de primera, segunda, o tercera calidad, se compone de tres mil cien varas en cuadro o de cuatrocientas cepas, y de treinta olivas el plantío de esta especie, y responden.

10.- Qué número de medidas de tierra habrá en el término distinguiendo las de cada especie y calidad; por ejemplo: tantas fanegas, o del nombre que tuviese la medida de tierra de sembradura de la mejor calidad: tantas de mediana bondad, y tantas de inferior; y lo mismo en las demás especies que hubieren declarado.

A la décima pregunta dijeron que todo el término de esta villa se compone de cuarentamil trescientos veintinueve almudes, dos celemines y dos cuartillos, de los cuales, atendiendo su calidad y naturaleza, se dividen, y así en el dictamen a juicio y por experiencia de los que se ponen, ochocientos sesenta almudes de primera calidad, cuatro mil de segunda, y tres mil de tercera, todos de sembradura; quinientos almudes de segunda y tercera calidad plantados de viñas. Dos mil ochocientos almudes de segunda y tercera calidad; conocidos por llecos para la segunda y tercera calidad ocupados con el plantío de olivos, treinta y un almudes; treinta y siete de primera calidad puesta de cebolla de azafrán, sesenta y siete almudes de segunda, y veintiún almudes un celemín y un cuartillo de tercera; seis mil quinientos veintitrés de la Dehesa del Castillejo, de cuarta y quinta calidad que produce maraña y su pasto se arrienda en virtud de Facultad Real en setecientos reales; cinco mil novecientos veintiocho almudes de sexta calidad, de la Dehesa Carnicera, que produce mata parda, maraña y romero, y su pasto es para abastecedor de carnes; doce mil trescientos veintitrés almudes de séptima calidad del monte de la pesquisa, que produce matacanes y pinos, y aquellos cortados de treinta en treinta años para carbón, produciría la utilidad de seis mil reales, y cuatro mil doscientos setenta y seis almudes, un celemín y un cuartillo restantes, de octava calidad de tierra lleca y realengo, pedregosa e infructífera, sita en el Cerro Gordo, Cerro de las Cabras, Cerro del Gato, las Atalayas, Cabeza la Mota, Cerro la Horca, Cerro Castillejo, Vallejo Molar, las Escandalosas y otros distintos, su pasto es común como el de la antecedente, y responden.

viernes, 4 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( IV )


(Continuación)


11.- Qué especie de frutos se cogen en el término.

A la undécima pregunta dijeron que en las tierras y viñas especificadas se cogen los frutos de trigo, cebada, centeno, avena, escaña, guijas, cáñamo, cañamones, nabos, azafrán, aceite, hortaliza y vino, y responden.

12.- Qué cantidad de frutos de cada género, unos años con otros, produce, con una ordinaria cultura, una medida de tierra de cada especie, calidad de las que hubiere en el término, y conocer el producto de los árboles que hubiere.

A la duodécima pregunta dijeron que un almud de primera calidad sembrado de trigo produce, con una ordinaria cultura y labor, seis almudes, cuatro el de segunda y tres el de tercera; un almud de primera calidad de tierra trigal, sembrado con nueve celemines de cebada rinde diez almudes, siete el de segunda y lo mismo el de tercera; un almud de primera calidad sembrado de escaña con los mismos nueve celemines, por ser siembra igual a la de cebada, produce uno con otro siete almudes, cinco el de segunda y otros cinco el de tercera, y lo mismo el sembrado de avena con solos los seis celemines; un almud también trigal de primera calidad sembrado de centeno con tres celemines, rinde tres almudes, dos y medio el de segunda y lo mismo el de tercera; un almud ya sea de primera, segunda o tercera calidad, sembrado con tres celemines de guijas produce tres almudes; otro sembrado con celemín y medio de garbanzos, produce almud y medio; un almud sembrado con doce celemines de cañamones, en cualquier calidad y especie de tierra, produce cuatro arrobas de cáñamo y cinco almudes de cañamones; otro ocupado con ocho onzas de narina produce dieciocho arrobas de nabos; otro plantado de cebolla de azafrán, le contemplan a producción a diez fanegas, veinte onzas de seco curado con aceite; un almud plantado de viña de primera calidad y ocupado con cuatrocientas cepas, da de vino claro seis arrobas, cuatro el de segunda, y tres el de tercera, y responden.

13.- Qué productos se regula darán por medida de tierra los árboles que hubiere, según la forma en que estuviese hecho el plantío, cada uno en su especie.

A la decimotercera pregunta dijeron que los frutales que llevan declarados, además de ser muy pocos no les pueden asignar utilidad alguna, por constarles ser infructíferos, y que sólo sirven para adorno de las mismas tierras, y que los olivos no obstante ser de muy mala calidad, producen cada uno cuatro onzas de aceite claro, y responden.

14.- Qué valor tienen ordinariamente un año con otro los frutos que producen las tierras del término, y la calidad de ellos.

A la decimocuarta pregunta dijeron que en esta mencionada villa es el valor regular de cada fanega de trigo el de dieciocho maravedíes, nueve el de la cebada, seis el de la escaña o avena, doce el de centeno, veinticuatro el de guijas colmado, treinta y seis el de garbanzos, treinta y seis el de cañamones, veintiocho la arroba de cañamones en rama, dos la de nabos, seis la del vino, y cuarenta y ocho la labra de azafrán curado con aceite, y veinticinco la arroba de aceite, y responden.

martes, 1 de marzo de 2011

CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( V )

(Continuación)

15.- Qué derechos se hallan impuestos sobre las tierras del término, como diezmo, primicia, tercio-décimo u otros, y a quién pertenecen.

A la decimoquinta pregunta dijeron que sobre las tierras del término no se hallan los dichos impuestos de diezmo, primicia y pie de altar, los que pertenecen a los calces de Alarcón, a las pilas de Cuenca, a esta iglesia parroquial, a las Tercias Reales, a una prestamera propia del Colegio del Señor San Julián de la ciudad de Cuenca, al rector de su santa iglesia, al arcediano de Alarcón, al cura de esta villa, al sacristán, a la tercia de Cervera, a la de la Parrilla, a la de Belmontejo, a la de Villaverde, y a las que les corresponden a estos interesados no pueden decir, por lo que se remite a la “tazmia” y su división, a lo que se debe añadir también como impuesto sobre las mismas tierras el importe del voto de Santiago, cuyo derecho consiste en cobrar de cada labrador tres celemines de la simiente que dijere la persona que viene diputada para este fin llegando la cosecha a veinte almudes, pues aunque exceda no paga más, a menos que barbeche o siembre con dos yuntas, ya sean de bueyes, mulas, o de burros en un mismo surco o besana, porque entonces debe cobrar y pagar la dicha persona diputada un almuz de lo que nos excede aunque labre con tres, cuatro o más yuntas, y así mismo están y se hallan gravadas con diferentes censos y cargas de misas, y responden.

16.- A qué cantidad de frutos suelen montar los referidos derechos de cada especie, o a qué precio suelen arrendarse un año con otro.

A la pregunta dieciséis dijeron que no arrendándose como no se arriendan los frutos de diezmos, primicias, pie de altar, pues cada uno de los interesados los percibe en la misma especie, sólo pueden declarar sobre poco más o menos que la cantidad de diezmos y pie de altar es la de mil ochocientos veintiún almudes de trigo, trecientos doce de cebada, doscientos treinta de centeno, veinte almudes de garbanzos, trecientos treinta de avena o escaña, ciento dos corderos, dieciséis arrobas de lana, doscientas arrobas de vino, diez libras de azafrán, cinco arrobas de miel, catorce libras de cera; la primicia ciento cincuenta almudes de trigo, sesenta almudes de cebada, cincuenta de centeno, noventa de avena y escaña, y ocho corderos, lo que es perteneciente a las tierras de este término y así mismo viene de los anejos es a saber: Ucero, Casablanca y Don Benito, que aunque están en la jurisdicción de la Almarcha, los puntos decimales tocan a esta tercia en virtud de convenio, y sin los diezmos, cien almudes de trigo, veinte de cebada, treinta de centeno, veinticinco de avena y escaña, dos almudes de garbanzos, seis de guijas y una libra de azafrán; y la primicia: dieciséis almudes de trigo, cinco de cebada, nueve de centeno y diez de avena, sobre que se remiten a las tazmias, y así mismo la cantidad del voto de Santiago importará hasta treinta fanegas de trigo, y en lo referente a los censos y cargas de las declaraciones de los vecinos, y responden.

17.- Si hay algunas minas, salinas, molinos harineros o de papel, batanes u otros artefactos en el término, distinguiendo de qué metales y de qué uso, explicando sus dueños y lo que se regula produce cada uno de utilidad al año.

A la pregunta decimoséptima pregunta dijeron que en este término hay dos molinos harineros, sitos en la ribera del río Júcar; el uno propio del Cabildo de la Santa Iglesia de Cuenca, distante de esta población como tres cuartos de legua, con cinco piedras corrientes de cubeta que producen de arrendamiento trescientas fanegas de trigo al año, y el otro perteneciente al Conde de Cifuentes, distante de esta villa una legua , y respecto de tener cuatro piedras corrientes y no ser el concurso de las gentes, con tanta abundancia como el que dejan especificado del Cabildo, su arrendamiento es de ciento cuarenta y ocho fanegas y media de trigo por año, y responden.
(La fotografía corresponde al "Molino de Arriba", el que se dice del Cabildo de la iglesia de Cuenca, desaparecido en su día bajo las aguas del pantano)