Hoy, y durante algunos
días (tres entradas en total) vamos a hablar de fuentes. Como ya anuncié en la
entrada anterior, dedicada a los apodos, todo el texto corresponde al cuaderno
-desaparecido durante mucho tiempo y felizmente recuperado después- que un buen día me regaló JULIÁN DOMINGUEZ, el Cartero; que incluyo en el blog con muchísimo
gusto, y que estoy seguro sería de su mayor agrado si el autor viviese.
El texto es suyo. Su condición de cazador durante muchos años le permitió conocer, paso a
paso, hasta el último rincón del término, y, naturalmente, todas las fuentes.
Una aportación
cultural interesantísima; más si se tiene en cuenta que han desaparecido en su
inmensa mayoría, y que a muchos de los que peinamos canas nos sirve de agradable
recuerdo. Vaya, pues, como homenaje de gratitud a su autor ya fallecido en la persona de sus hijos, mis amigos Gustavo y Julián.
No he añadido ni quitado una sola palabra; únicamente he tenido que
retocar algún que otro error, tipo errata mecanográfica, y presentarlo como él me lo dejó. Todo es obra suya .
FUENTE DE LAS PALOMAS
Nace en el
cerro del mismo nombre. Seguramente en la antigüedad sería una pequeña balsa
debajo de una tosca, donde bebían las palomas. De ahí el nombre. Pero el hombre
la bajó a la misma carretera e hizo de ella una hermosa fuente. Reina y señora
de todas las fuentes del término ¿Quién no ha bebido alguna vez en la fuente de
las palomas? Ha visto de todo: gayanes, arrieros y gentes de mal vivir, que
acampaban en sus alrededores. Pero hoy, por destino del hombre y de la vida
moderna, es la fuente olvidada, porque ya no baja nadie en busca de sus aguas.
Todos bajamos a lavar el coche, y huelen sus orillas que apestan, porque sobran
los trapos y detergentes, y piedras que los chicos tiran dentro y anidan en su
pila los renacuajos ¡Qué pena de fuente!
FUENTE TONTA
¿Y tonta
por que? Era una pequeña balsa, del tamaño de una sartén de agua fresca y muy
fina. Bebí muchas veces al regresa de caza. Está situada al Norte del pueblo,
en el paraje del mismo nombre, encina de los Lamparazos, hoy conocido por el
Lamparón. Las aguas de su cascada bajan de sus entrañas, que se filtran al
desaparecer la misma por efectos de la sequía. La fuente como tal ha
desaparecido. Poca gente la conoce.
FUENTE DEL GATO
Estaba más
al Este, en el cerro del mismo nombre, a cien metros de la carretera. Una
pequeña poceta de menos de un metro de honda. De ella bebieron el Tío Chato y
su familia. Se podría decir que fue el agua de la fertilidad, porque dejaron
mucha descendencia. Se servían de ella
porque vivieron en la casilla de peones camineros, llamada el Vivero. Hoy no se
conoce ni el sitio.
FUENTE DE LOS PERROS
Caminado
Carretera adelante, dirección Este, llegamos a un paraje conocido por las
Lagarteras, a unos cien metros del río Júcar. Pequeña como una gorra. Los
perros eran los primeros que bebían, porque llegaban los primeros. Tal vez por
eso recibió el nombre. Hoy no hay ni rastro de ella. Algunos residuos manan por
la cuneta.
FUENTE DE LOS PRESOS
Si cruzamos
el puente, carretera adelante, nos encontramos con la Caserna. Ruinas de
viviendas, mitad penal, mitad casillas de peones camineros. Tenía forma de
cuartel, garitas y ventanas por los extremos. Eran según cuentan, casa y
prisión de los que hicieron el primer puente. Según la leyenda lo hicieron los
presos; tal vez haga un par de siglos. Ya que se hundió en el año 1970. Si
seguimos cien metros más adelante, estaba la fuente, hoy desaparecida. Su
nombre era que en ella bebían los presos.
FUENTE DEL FRAILE
Si seguimos río arriba camino de Villaverde, dirección norte
a unos cien metros del río y del camino, hallamos varias juncadas y prados,
algún pequeño huerto en la ladera, tierra arenosa y guijarreña, señal que sus
aguas son finas y dulces. De ella se servían los hortelanos de la Dehesa, donde
había varias casillas. Hoy solamente quedan pequeños y finos chorros que
vierten por la ladera. La fuente está desaparecida.
FUENTE DE LA CARRASPÁ
Tenemos que
retroceder por los mismos pasos y llegar nuevamente a la fuente de las Palomas.
Cogemos el camino a la izquierda dirección Norte. Nos encontramos primeramente
el puente de las Atalayas, y seguidamente el puente del Diablo. Mojón de Gil y
a unos cien metros a la izquierda tenemos la que se llamó la fuente de la
Carraspá. Ni fuente ni nada. Un prado donde nacía agua sucia y salitrosa. Hoy
en la actualidad no hay nada, ni prado ni fuente.
FUENTE DE CALDERÓN
A vuelo de
pájaro desde la Carraspá, nos encontramos con Cabeza la Mota, fuerte de Celtas
y Celtíberos, cerro alto con restos de otras culturas prehistóricas, con
arcilla abundante y huellas de habitantes. No hay ninguna fuente en el cerro,
pero merece la pena que subas. Una vez en lo alto se divisa una gran porción de
terrenos, todos ricos en trigales y olivos abundantes. Para recreo de la vista
se divisa hasta las aguas del pantano. Hermoso paisaje. Desde la Carraspá y
Cabeza la Mota se ve muy bien la fuente de Calderón. Está en mitad de la ladera
del cerro del mismo nombre. Ladera abrupta y rocosa. . La fuente se encuentra
entre olivos, zarzas y matojos. Son muy pocos los que suben a ella. Sube con
tiento, porque si resbalas darás mil teletas por el precipicio. Está debajo de
una roca. Agua fresca, pero no muy abundante. Hay que beber en un pequeño caño,
unas veces de un canuto de caña y otras de una hoja de higuera. Tiene la
ventaja que en su época puedes comer sabrosos higos. Se crían muchos conejos.
FUENTE DE CAÑADA LAS TEJAS
Volvemos Al
pueblo por el mismo camino, y una vez en las Peñazas, cogemos el camino de
Alarcón, dirección Sur, cruzamos la Puente Nueva y por una senda, hoy camino más
ancho, nos encontramos con la fuente. Un vallejo de pinos y frutales, hermosos
huertos, Se le llamó también el Huerto del Cura. Agua fresca y abundante. Paseo
en otros tiempos y sitio de recreo. Se hacían en la fuente muchas y buenas “fumatas”,
como se dice ahora. Si supiera hablar, cuantas cosas contaría. Hoy sigue igual.
Riega hermosos huertos.
FUENTE HUERTO DE LOS SOTILLOS
La fuente
recibe el mismo nombre. Se encuentra a media legua de Cañada las Tejas, camino
de Alarcón hacia delante. Fue siempre un rincón rico y agradable, de grandes
nogueras y frutales, lugar de conejos y escondite de alimañas. Sus aguas
frescas y abundantes. También se hicieron a la sombra de sus nogales grandes
ranchos; estos han desaparecido. La fuente sigue igual.
FUENTE DEL MONTE DEL TEMPLAO
Si seguimos
el mismo camino enseguida llegamos al Bosque, como gustaba llamar al dueño y a
sus herederos. La fuente no tiene nada de particular, un pequeño manantial y
muy fresca, pero poco abundante. Está escondida a la orilla de un corrimiento
de tierras que sus dueños llaman la Sima. Los cazadores hemos bebido de ella
muchas veces. Buen sitio de caza.
FUENTE SALOBRE
Siguiendo
el mismo camino enseguida llegamos al camino de la Olacera. Cruzando el valle,
a cien metros nos encontramos con la fuente. Está escondida entre malezas,
fresca y abundante, pero salobre como un rayo. Si llegas cansado la encuentras
agradable. También los cazadores hemos comido allí la merienda. En el cerro
abundan los conejos, en el valle las codornices.
FUENTE DE LAS ESCANDALOSAS
Está a tiro
de piedra de la anterior, en el paraje del mismo nombre, de recia como su
hermana, si no llevas mucha sed no te pares porque enseguida encontrarás otra
mejor. Aquí en esta tienes que agacharte y beber en una teja. Es muy incómoda.
FUENTE DEL TÍO ROMANCILLO
A vuelo de
pájaro, dirección Sur brincando la loma, llegamos a la fuente de dicho nombre.
Está entre los parajes del Cerro las bolas y Vallejo Molar. Es la mejor de
todas. Una hermosa fuente. Bebe tranquilo y descansa. Merece la pena pasar en
ella un rato. Hay que beber en un caño limpio y abundante, también hay una
pequeña charca en la que pueden refrescarse los perros. Buen sitio de caza. Se
crían abundantes perdices y conejos.
FUENTE DE HOYA REDONDA
Está situada
más al Sur, cruzando el vallejo de los Corrales, a medio kilómetro de
distancia. Agua fresca y abundante; riega un hermoso huerto y sirve de
abrevadero a los ganados.
FUENTE DE FOLIJES
Si giramos
a la derecha, brincando la loma, llegamos al para del mismo nombre donde se
encuentra la fuente. Agua muy fresca y dulce. Una poceta del tamaño de un
caldero, donde tienes que beber a morro y mojarte la nariz, aunque siempre había
escondido entre la hierba un bote con el que bebías cómodamente. Muchas
meriendas nos tenemos comidas en ella los cazadores. (CONTINUARÁ)
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