Las personas que han cumplido los setenta y todos los mayores del pueblo, que cada vez son menos, conocieron al Padre Alcañiz allá cuando por los años cuarenta, y parte de los cincuenta del pasado siglo, solía venir por Olivares acompañado de otro misionero de la Compañía de Jesús, que era la Orden religiosa a la que pertenecía él. El Padre Florentino Alcañiz no fue en nuestro pueblo como de casa, pues era de casa. Había vivido su niñez y parte de su juventud en el Molino de Abajo, aunque no estoy en condiciones de asegurar si nació en Olivares o en el vecino lugar de Cervera, pueblo en el que sí tengo por seguro que vivieron, y tal vez vivan algunos todavía, de su familia: los Alcañices.
Nuestros padres, y muchos de nuestros abuelos también, fueron coetáneos suyos, jugaron de niños con él en pueblo, fueron a la misma escuela, y hasta que se ordenó sacerdote el trato con las gentes del pueblo fue muy frecuente. Recuerdo haberlo visto comer en casa de mis padres, como uno más de la familia, con ocasión de alguna de las Misiones Populares que generalmente dirigía él.
Después debió marchar como misionero fuera de España. Fue un gran trabajador, un gran santo, y un misionero eficiente. Murió en olor de santidad y está abierta su causa de beatificación, como se desprende de la estampa que se incluye en esta página, y que hace algunos años me enviaron las monjitas de Granada, hermanas de una congregación fundada por él: Misioneras Hijas del Corazón de Jesús. El Padre Alcañiz escribió varios libros de espiritualidad, siendo el más conocido de todos ellos su Consagración Personal al Corazón de Jesús.
Mejor de lo yo pueda hacerlo, y con más rigor sobre todo, saben de su vida y de su obra los religiosos de la Compañía de Jesús, de quienes transcribo literalmente los siguientes datos biográficos de aquel nuestro paisano ilustre, y que he encontrado en las páginas de Internet. Son éstas:
«El Padre D. Florentino Alcañiz S. J. nació en los ariscos campos de Cuenca en el año 1892 y murió con fama de santidad el 13 de agosto de 1981 en la ciudad de Lima (Perú). A los 15 años ingresó en la Compañía de Jesús en la casa que llaman la Cartuja (Granada) buscando sobre todo una vida de oración y silencio. Durante su tiempo de estudios empezó a desarrollar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús que le iba a hacer famoso. Se doctoró en Filosofía por la facultad Gregoriana de Roma y fue profesor de la misma en la Facultad Teológico de Granada.
Con objeto de extender con más amplitud la devoción al Corazón de Jesús pidió y obtuvo de los superiores ser dedicado a las misiones populares, sin dejar por eso su ocupación más importante: escribir artículos, libros y folletos para propagar esta devoción. Finalmente marchó a Perú donde misionó regiones inmensas en la sierra de los Andes y por las riberas de los ríos Marañón y Amazonas.
Durante sus años de profesor en la Facultad Teológico de Granada fundó en colaboración con la Rvda. Madre Carmen Méndez la Congregación de Religiosas MISIONERAS HIJAS DEL CORAZÓN DE JESÚS en Granada con la misión específica de extender a todos los lugares el amor de Cristo, simbolizado en su Sacratísimo Corazón.
Sus escritos son tan bellos y profundos que no hay persona que los lea que no quede prendada de la sabiduría y amor de que están impregnados. Aún después de muerto, por sus obras -siempre actuales- el padre Alcañiz sigue dando fruto inmenso en las almas, de los que se cuentan varios testimonios de personas que cambiaron de vida al leer algún escrito suyo. Estos escritos se pueden adquirir en Granada, en la Congregación fundado por él «Misioneras H. del Corazón de Jesús».
4 comentarios:
Me parece interesante que se publique algo de la vida del Padre Alcañiz, teniendo en cuenta las circunstancias, conflictos que aquejaron los últimos días de su vida por los cuales simplemente se dejó al olvido a tan ilustre personaje...pienso que fue más relevante lo que hizo a lo largo de su vida que los errores que pudo cometer al final de su fervorosa existencia.
Aquí va un enlace interesante sobre el Padre Alcañiz: http://miscellanea-catholica.blogspot.com/2009/08/el-rp-florentino-alcaniz-garcia-si.html
El padre Florentino Alcañiz era mi tio abuelo; osea, hermano de mi abuelo Rafael Alcañiz.
Nació en Cervera del Llano (Cuenca). Actualmente somos muchos los Alcañices que originarios de Cervera del Llano estamos dispersos por el mundo.
Florentino Alcañiz García nació en Torrubia del Castillo (provincia de Cuenca), el 14 de marzo de 1893, en el seno de una familia sencilla que vivía de un molino de su propiedad sobre el río Júcar. Muy pronto se manifestó en él una fuerte inclinación a la vida contemplativa, al punto que quiso ingresar en la Orden de los Cartujos. Pudo más, sin embargo, el impulso del apostolado y el 12 de octubre de 1908, a los quince años, fue aceptado en la casa noviciado que los jesuitas tenían en Granada y que era conocida casualmente como la Cartuja. Como novicio conoció y trabó amistad con el mejicano Miguel Pro, futuro mártir de la persecución religiosa callista. También entró en contacto con la doctrina escatológica del milenarismo (la interpretación literal del capítulo XX del Apocalipsis), enseñada entonces por el P. Ramón Orlandis Despuig S.I. y más tarde por el insigne escriturista P. Ramón Rovira S.I. y que iba a tener un lugar preponderante en su pensamiento teológico.
La extraordinaria capacidad intelectual demostrada por el maestrillo Florentino Alcañiz, hizo que sus superiores lo enviaran a Roma, donde se doctoró en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo las máximas calificaciones y el título de Maestro Agregado. Su tesis De autografo Tractatus inediti Card. Ioannis de Lugo "De Anima" fue considerada una contribución importante a las ciencias sagradas. Por esa misma época publicaba su obra clave en escatología: Ecclesia patristica et millenarismus (La Iglesia Patrística y el Milenarismo), de la cual haría una importante glosa décadas más tarde el teólogo y escritor argentino P. Leonardo Castellani (publicada por las Ediciones Paulinas).
Ordenado sacerdote y hecha la profesión en la Compañía, pasó e enseñar en varios teologados jesuitas; tanto en España (Granada) como, más tarde, a partir de 1932 (cuando la Segunda República Española expulsó a los Padres de España), en el extranjero (Cerdeña y Bélgica). Paralelamente, se dedicó a difundir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tan propiamente jesuítica y que había hecho suya con gran fervor en sus años de noviciado, fruto de lo cual fue el libro por el que el Padre Alcañiz es más conocido: La Devoción al Corazón de Jesús, la mejor exposición histórica y ascética que se ha escrito en español del tema, parangonable al clásico francés La dévotion au Sacré-Cœur. Doctrine, histoire del P. Jean-Vincent Bainvel S.I.
Terminada la Guerra de Liberación, regresó a Granada, en cuya Facultad de Teología fue profesor. En esta misma ciudad tuvo trato espiritual con Carmen Méndez, con quien fundó en 1942 la congregación de las Misioneras Hijas del Corazón de Jesús, aprobada por el arzobispo (más tarde cardenal) Agustín Parrado y García. El Padre Alcañiz fue también inspirador de otra fundación: la de las Celadoras del Reinado del Corazón de Jesús, establecida por la religiosa salmantina Amadora Gómez Alonso y que recibió la aprobación canónica en abril de 1949 del obispo de Cuenca, mons. Inocencio Rodríguez Díez.
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