Un pueblo de Castilla

Feliz Navidad

y un año 2009

lleno de venturas

(Nacimiento de Jesús, de Juan de Borgoña. Catedral de Cuenca)

Datos personales

JOSÉ SERRANO BELINCHÓN
Profesor emérito de Lengua y Literatura, nacido en Olivares de Júcar (Cuenca) el 19 de marzo de 1939. En "Nueva Alcarria", diario en el que colabora con una sección fija desde 1979, ha publicado más de dos mil artículos y reportajes sobre Guadalajara, sus tierras, sus gentes y sus pueblos. De su extensa producción llevada al libro merecen especial referencia
los siguientes títulos: "Guadalajara", "Plaza Mayor",
"Viaje a la Serranía de Cuenca", "La Alcarria", "Atienza",
"Rutas turísticas de la provincia de Guadalajara", "El
Condestable" (biografía novelada de don Álvaro de Luna), "Andar por Castilla" entre varios más. Es Premio Nacional de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo 1992, y miembro correspondiente de la Real Academia Conquense de Artes y Letras.

Todo sobre mí en la web personal: www.serranobelinchon.es

OLIVARES DE JÚCAR

El pueblo de Olivares de Júcar está situado a muy poca distancia del centro geográfico de la provincia de Cuenca; a una altura de 900 metros sobre el nivel del mar, y con una superficie de 49,9 kilómetros cuadrados en su término. Cuenta en este momento con una población de pocos más de quinientos habitantes de derecho, y queda a 52 kilómetros de distancia de la capital de provincia, a 145 de Madrid y a 200 de Valencia, por hacer referencia tan sólo a las tres ciudades con las que más se relaciona. Olivares ha sido desde siempre uno de los pueblos mejor comunicados de España, pues quedó junto a una carretera general de primer orden (Madrid-Valencia), y de otra de segundo (Cuenca-Belmonte), pero de gran importancia para la vida del pueblo. La comunicación por carretera ya no es exactamente igual, aunque continúa siendo estupenda. Con la subida de las aguas del embalse de Alarcón, que inundaron el puente de la Caserna y cubrieron casi un kilómetro de vía, se cambió el trazado, desviándola, allá por los años sesenta, por Hinojosa, La Almarcha y Honrubia, lo que hizo que el pueblo desde entonces quedase un tanto alejado de la llamada Nacional III, hoy Autovía de Levante. No hace mucho se llevó a término otro cambio notable, el de la carretera de Cuenca, que siempre pasó por el interior del casco urbano y ha sido apartada -tras unas obras de gran coste y envergadura- por fuera del pueblo, lo que ha supuesto, a decir de los automovilistas, salvar el complicado revoltillo de las curvas de Olivares, y al pueblo un poco más de tranquilidad y un mucho menor tráfico.El término queda entre las dos grandes comarcas de la provincia, la Mancha y la Serranía, sin definirse con claridad en su aspecto paisajístico por una ni por otra; aunque el pueblo tiene más de manchego que de serrano, dada la proximidad de sus tierras a la inmensa llanura cervantina, de cuyo tipismo, costumbres, gastronomía, formas de vida y condiciones climatológicas, participa casi con plenitud.El casco urbano se encuentra desplazado hacia el poniente dentro del conjunto general de las tierras del término; pues, a sólo tres o cuatro kilómetros de distancia aparecen los campos de La Almarcha, de Hinojosa, de Cervera y de Belmontejo, en tanto que los de Villaverde y, sobre todo, los de Valverde de Júcar, por citar los puntos más alejados del término, es probable que queden a más de diez. De otros detalles mil que vayan surgiendo de su pasado, de su presente y de su futuro, se dará cuenta en este blog, que para eso ha nacido hoy, a 26 de agosto del año 2008, festividad de los santos Alfredo y Ceferino, con la simple intención de darlo a conocer a navegadores, curiosos, e hijos del pueblo, entre los que me cuento y me honro de que sea así. JSB.

Un pueblo de Castilla

martes, 23 de diciembre de 2008

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