domingo, 16 de noviembre de 2008

OLIVARES DE JUCAR: FIESTAS Y COSTUMBRES ( I )


FIESTAS Y COSTUMBRES LOCALES ( I )

La presente página, que trata de las fiestas y costumbres del pueblo, muchas de ellas ya desaparecidas o en serio peligro de desaparecer, la incluyo pensando en aquellos paisanos a los que con diferencia sobrepaso en edad, porque quizá no las conozcan o hayan oído hablar de ellas de una manera imprecisa; no como servicio para aquellos otros que ya dejaron atrás los umbrales de los sesenta y más, en cuya larga lista me cuento; que peinan canas, como yo; que se acongojan cada mañana al mirarse al espejo, como yo me he acongojado alguna vez, ante los estragos que el tiempo, implacable, dejó al arrancar de su rostro aquella tersura de su juventud; a éstos, a los que ahora son de mi edad y aun más mayores, prefiero en este punto olvidarlos; pues bien saben ellos que conocieron durante sus años jóvenes todos esos aconteceres, y ellos mismos serían capaces de ofrecer noticia tan completa y tan veraz como la mía.
Dejando a un lado la fiesta mayor en honor del Santo Niño, que con más grandiosidad y estruendo se viene celebrando desde que se trasladó del tercer domingo de septiembre a su encuadre actual en el calendario a mediados de agosto, paso a recordar algunas de las otras fiestas, menores y entrañables, en número de diez. Tuvimos algunas más, pero estoy seguro de que las que aquí se refie­ren son las más representativas. Van colocadas por orden cronoló­gico a lo largo de distintas páginas, tal y como se solían presentar a lo largo del año.
Es una lástima no poder contar con fotografias reales de muchas de ellas. Eran otros tiempos, y el furor de la imagen estaba por entonces bastante lejos del momento actual. Se subsanará esa obligada deficiencia con fotografías del pueblo y de sus alrededores, como la que hoy encabeza esta página en la que se ve un encuadre del Barranco y de Los Lamparazos como fondo.

EL GORRINO DE SAN ANTÓN es una de las tradiciones más simpá­ticas que hubo en el pueblo, y que, dado el cambio lógico de las formas de vivir durante el último medio siglo, no tiene hoy -bien a pesar nuestro- ninguna razón de ser.
Se trataba de un cerdo joven, de pocas semanas, regalado por un vecino oferente en testimonio de gratitud al Santo Abad, o como compromiso de petición o súplica piadosa en espera de algún beneficio. El animal llevaba siempre su collarín atado al cuello con un cascabel o campanilla que anunciaba su presencia. Andaba suelto por las calles del pueblo, y se alimentaba de las sobras y otros desperdicios que le echaban los vecinos. Para dormir le servía cualquier esquina, o el amable refugio de alguna pared junto a las portadas en cualquier callejón, casi siempre a la intemperie.
El cerdo, naturalmente, a pesar de su vida errante iba creciendo con el paso de los días. El día 17 de enero, festividad de San Antón -que el pueblo celebraba con prcesión y bendición de caballerías en la puerta de la iglesia-, se procedía a la rifa del animal en acto público desde la balconada del antiguo ayunta­miento, para que a partir de ese día terminase para él la vida errante, y pudiera tener, como todos los de su especie, a un vecino como dueño y una gorrinera más o menos digna donde habitar y desenvolverse hasta la madrugada fatal del día de la matanza.
Para los que vivimos en aquellos años, la figura del “gorrino de San Antón” todavía permanece fija en nuestra memoria, y el sonido arrítmico de la campanilla, quiere hacerse sentir en nuestros oídos.

1 comentario:

manuel dijo...

buen dia o buenas noches handava dando vueltas por la red y m a dado por mirar mi poeblo natal ya que yo soy de hay hace mucho tiempo que falto del pueblo pero soy un vecino mas soy nieto de la roja por si os suena o nieti de jesus el sastre vamo del cerro de la horca me gustaria saver quien es el que tiene hecha esta publicacion y una cosa esa foto del santo niño fue de las primeras fotos que se vendieron en el pueblo las hizo un tal paco de la inojosa y las vendia mi abula yo la tengo hasta sobre puesta encima del pueblo un saludo cordial

manuel zafra martinez
para todo el pueblo